Un nuevo varapalo

Área 11
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El CD Becerril mereció algo más en un partido que se le puso de cara en el 6’ con un bonito gol de Niche y que supo controlar hasta bien avanzada la segunda parte frente a un rival que no encontraba la forma de atacarle con peligro. Sin embargo, el Villaralbo se vino arriba con un gol fruto de un dudoso penalti y lograba empatar en el minuto 66 para tomar definitivamente las riendas del encuentro y terminar goleando.

La primera parte fue de claro dominio del Becerril que se encontraba muy a gusto jugando al contragolpe gracias a la velocidad de sus delanteros. Niche no solo marcaba el primer gol sino que protagonizó un par de internadas en el área que pudieron desequilibrar todavía más la contienda. Hubo que esperar al minuto 20 para presenciar la primera oportunidad del Villaralbo en un centro de Gallego que remató Bruju en el segundo palo, aunque el balón se estrelló en el portero Rubén.

En los últimos minutos de la primera parte se sucedieron las oportunidades en ambos bandos con un disparo de Crespo desde la frontal que salió desviado, y una bolea de Pelayo que se iba fuera por muy poco, mientras Bruju canalizaba el ataque del Villaralbo con una falta que envió a córner Rubén y un colocado disparo desde la media luna que rechazó el poste.

El entrenador del Villaralbo, Carlos Tornadijo, decidió quemar sus naves dando entrada en el campo a Ballesteros y Dieguito, para pasar a jugar con solo tres defensas, y el equipo local cambió por completo. Garban seguía intentándolo y su remate no entraba de milagro tras tocar el poste, Ballesteros fallaba inexplicablemente solo en el área pequeña y Rubén se jugaba el tipo saliendo a los pies de Conde.

Pero el Becerril tuvo también su oportunidad de sentenciar en una jugada personal de Álvaro que superó a cuantos defensas le salieron al paso para terminar rematando a puerta vacía, pero Gallego sacaba el balón de la misma línea de gol cuando corría ya el minuto 57.

Pero todo cambió con el penalti que señaló el árbitro por derribo a Garban dentro del área. El propio Garban se encargó de transformarlo en el tanto del empate y poco después era Mato el que desequilibraba el marcador con el 2-1. Tornadijo ordenó entonces regresar a la defensa en línea de cuatro jugadores. Bruju siguió intratable por su banda derecha y en otra de sus innumerables jugadas personales ponía un balón de oro a Javi Ballesteros que remataba a placer.

Los últimos minutos fueron de constante acoso del Villaralbo y el definitivo 4-1 llegaría en un libre directo que lanzó Garban y entraba en la portería tras tocar en un defensa, descolocando al portero que tuvo que abandonar el campo lesionado tras esta acción en la que el árbitro pitó el final del partido.