La Junta de Castilla y León ha concedido un total de 37 licencias de las Chapas, hasta las 15 horas de ayer , para su celebración durante el jueves, viernes y sábado de Semana Santa, por lo que los corros comenzán a organizarse esta misma madrugada. Como explicó la Junta, este número podría incrementarse en la jornada de hoy.

En toda la Comunidad se han tramitado 152 autorizaciones. La provincia con más establecimientos hábiles donde jugar de forma legal es Valladolid, con 49 permisos; seguida de León, con 41; Palencia, con 37; Zamora y Segovia con 9, y, finalmente, Burgos, con 7; de donde se desprende que Palencia es una de las provincias con más tradición en este juego, destacando los municipios de la mitad norte de la provincia.  

No en vano -y restando la capital vallisoletana y Tordisillas-  Saldaña y Herrera de Pisuerga, son las localidades de toda la comunidad con más corros autorizados, con cinco cada una.

En referencia solo a Palencia, les siguen Alar delRey y Aguilar, con cuatro y tres locales autorizados para jugar a las Chapas. Las mismas licencias que en Aguilar se han concedido en la capital palentina, donde también hay tradición por este juego tradicional de apuestas al que solo se puede tener acceso durante tres días al año.

Como curiosidad, las 37 autoziaciones concedidas hasta la tarde de ayer dan permiso para jugar durante esos tres días, dado que cabe la posibilidad de conseguirlo únicamente para uno o dos noches (cuando habitualmente más se juega y con mayores cantidades de dinero.

Igualmente, todas la autorizaciones concedidas hacen referencia a espacios cerrados. De hecho, en el conjunto de la comunidad sólo se ha autorizado un corro al aire libre. Estará en la Plaza de Losacino de Alba (Zamora).

La organización, la gestión y el desarrollo del juego de las Chapas requieren la previa autorización administrativa de la Junta en cada provincia.

La solicitud, acompañada con el justificante de abono de la tasa administrativa de 31,76 euros como el pasado año, debe estar firmada por el organizador y por el baratero o solo por este último, según el lugar en que se pretenda realizar el juego.

 El desarrollo del juego consiste en que un apostante, de manera voluntaria, reta a los demás jugadores presentes en el corro a que las dos monedas, que lanza al aire quedan en posición de caras o lises, según le convenga.

 El juego se desarrollará durante las horas de apertura que permita la actividad, y se permiten varios corros en un mismo establecimiento, si cada uno se juega en salas diferentes.