La Diputación podría tener un grupo mixto tras las elecciones municipales de 2019. Así se aprobó ayer en el pleno con el apoyo de Ciudadanos, PSOE y PP y el voto en contra de Ganemos dentro de una sesión en la que reinó un ambiente navideño, sin las ácidas críticas y encuentros ideológicos tan marcados como en ocasiones anteriores. Hasta se oyó por parte de los grupos de la oposición que se había hecho «un buen trabajo». No en este ámbito, pero tales halagos se convierten también en noticia.
Pese a votar finalmente de forma positiva, el diputado de Ciudadanos, Juan Cruz Vidal, presentó una postura discrepante en cuanto a la redacción del nuevo reglamento de funcionamiento de la Diputación. Lo hizo refiriéndose especialmente a ese grupo mixto al que quedarían adscritos los partidos políticos que no logren más de un representante en el salón de plenos del palacio provincial. «Somos una cámara de representación territorial (de los partidos judiciales) y se podría dar el caso de que queden incluidos en un mismo grupo un diputado de Cervera de un signo político y uno de Frechilla, del otro partido». Algo que para Juan Cruz Vidal «haría perder la esencia de la Diputación, dado que los diputados no podrían defender los intereses de los representados de su partido judicial. Esto solo puede crear problemas», se quejó.
Sin embargo, como explicaron posteriormente tanto el portavoz del PSOE, Miguel Ángel Blanco, como el diputado de Organización, Javier San Millán, lo que se hace en este aspecto es adecuar el reglamento de funcionamiento de la Diputación a la normativa autonómica que otorga el mandato de regular el grupo mixto. Se crea, sí, pero para tener grupo propio se ha optado por el mínimo que marca la ley: dos diputados. Hay provincias en las que en el grupo mixto convergen partidos con un número más elevado de representantes: en Zamora el mínimo para crear un grupo propio es de tres diputados, mientras que en Burgos se eleva a cinco. «Eso sería abocar a la Diputación a ser una cámara más y a plantearse si es anacrónica», manifestó Vidal.
Por cierto, se regula la posibilidad también de que haya diputados no adscritos a ningún grupo político, al haberse salido del que constituyeron al inicio del mandato. Estos no podrán irse al mixto.
Dedicaciones y empleados. Ganemos, que finalmente votó en contra, lamentó la oportunidad del momento «a seis meses de la composición de una nueva Diputación», porque a juicio de Félix Iglesias, que lleva tiempo autodescartándose al cumplir dos mandatos en la institución, deberían ser «los nuevos que vengan los que se doten del nuevo reglamento». Algo con lo que no estuvo de acuerdo el popular San Millán que defendió que «precisamente es ahora cuando tiene que aprobarse, porque si esperamos a junio, la corporación ya estará compuesta».
El reglamento incorpora también el régimen de retribuciones, asistencias e indemnizaciones que podrán percibir los miembros de la Corporación y la limitación del número de cargos con dedicación exclusiva, según lo dispuesto en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Y aquí los partidos de la oposición pidieron que se tenga en cuenta la igualdad y la equidad de oportunidades para los grupos, puesto que, como puso de ejemplo Iglesias, «en las cortes, nuestro procurador, José Sarrión, está en el grupo mixto con Unión del Pueblo Leonés, y cada uno de ellos tiene su propio secretario, porque es imprescindible tener la ayuda de los secretarios de grupo que son los que nos dan el contacto con el día a día de la institución». En ese sentido, el reglamento quedará como estaba el anterior.
Sin embargo, el diputado de Ciudadanos solicitó que «nos gustarían mayores garantías, a través de una dedicación exclusiva para cada uno de los grupos políticos, siendo estos de un diputado solo».
Las dedicaciones exclusivas se fijan en los días posteriores a la constitución de los grupos, como ahora.
Lo que sí ha quedado garantizado es el acceso de los grupos a toda la información y documentación, a través de las nuevas tecnologías, como demandó durante la sesión el portavoz de Ganemos. También se abren las posibilidades para incorporar a las actas archivos audiovisuales e incluso a proyectar en comisiones y plenos audiovisuales que posteriormente quedarán incorporados para que sean de público conocimiento.
Lo que no se ha admitido es la posibilidad de que, como ocurre en el Ayuntamiento de Palencia, haya colectivos que puedan intervenir en el Pleno, aunque Ganemos lo había propuesto, «siempre y cuando cada caso se aprobara por unanimidad en la junta de portavoces».