Impresionante, espectacular o inédita fueron algunos de los calificativos que quienes tuvieron ayer la oportunidad de subir al triforio de la Catedral destacaron de la vista que desde allí se tiene.
Más de 780 personas aprovecharon la jornada de puertas abiertas promovida por el Cabildo, el Ayuntamiento de Palencia y la Junta de Castilla y León con la colaboración de Valuarte, para acercarse a conocer con detalle La Bella Desconocida y descubrir las variadas maravillas que encierra en diferentes espacios.
El mayor atractivo para los visitantes fue el acceso a la parte alta del templo palentino, desde donde se tiene una impresionante vista de la nave central, algo que hasta ahora no había sido posible para los visitantes.
Por ello, durante toda la mañana se formaron colas en la parte del claustro, dado que el acceso solo se puede hacer en grupos de diez personas. A través de una escalera de caracol se llega a un estrecho pasillo por el que se accede a la parte superior de la nave central, rincón que llamó la atención de todo el que tuvo la oportunidad de asomarse desde allí.
Las visitas guiadas -que se realizaron a las 10, 11, 12 y 13 horas- permitieron además ver las capillas de la Seo, la Cripta de San Antolín o el museo de la Sala Capitular, donde se encuentra El martirio de San Sebastián, de El Greco, una de las piezas más atrayentes para todo el que recorre la Catedral palentina y que ayer centró la mirada de muchos de los visitantes de otras provincias.
Y es que, además de los cientos de palentinos que aprovecharon la invitación para disfrutar y conocer su Catedral más a fondo, fueron muchos los turistas que se acercaron hasta el templo, tanto en grupos organizados como a título personal.
Cinco personas fueron las encargadas de realizar de guías por el templo capitalino. Además de explicar los tesoros del patrimonio histórico y cultural que se guardan en su interior, aprovecharon las explicaciones para dar a conocer la historia de la ciudad, sus raíces y sus potencialidades.
tarjeta. Otro de los objetivos que ayer se marcaron los responsables de la iniciativa fue el de fidelizar al visitante local a través de la Tarjeta de la Catedral. Con ello, se colabora también en la conservación y difusión del primer templo capitalino.
Su precio es de diez euros y permite el acceso a la Catedral las veces que se desee y recorrer la iglesia, la cripta, el triforio y el Museo, tanto dentro de las visitas guiadas como de forma libre. Además ofrece descuentos y convierte a su titular en embajador de la Catedral.