El Atlético de Madrid encadenó su tercer triunfo gracias a las paradas en el primer tiempo de Jan Oblak y el protagonismo de Antoine Griezmann, que, de penalti, firmó el único tanto del encuentro ante un Espanyol competitivo y con opciones, pero que acumula ya seis derrotas seguidas (1-0).

Los ‘pericos’ saltaron al Wanda Metropolitano con ganas de frenar su mala racha y pudieron adelantarse en el marcador en varias ocasiones. Sin embargo, se estrellaron siempre contra el guardameta esloveno, el mejor de los suyos con mucha diferencia durante los 45 minutos iniciales.  El portero sostuvo a los rojiblancos, permitiendo que el choque llegase al descanso con empate en el marcador. 

Tras el paso por los vestuarios,  Griezmann salió al rescate de los suyos, por enésima vez. En una acción embarullada, Granero trastabilló a Koke Resurrección en el área catalana y el árbitro Melero López señaló la pena máxima, que el ‘7’ local anotó sin contemplaciones. 

Con el resultado a favor, los del ‘Cholo’ Simeone volvieron a pecar de especuladores y el cuadro dirigido por Joan Francesc ‘Rubi’ Ferrer se animó en la última media hora de encuentro, con más corazón que estrategia, pero no pudo salvar un punto.