Fieles a Palencia durante 25 años

Víctor Guerra García
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'Bar La Urbana' cumple sus bodas de plata con los palentinos. Cinco lustros años en los que han sido testigos de todo tipo de historias detrás de la barra

Un tema de Gabinete Caligari rezaba: «No hay como el calor del amor en un bar», y es que en los bares el amor surge y se rompe, se forjan amistades, se lloran las penas, se celebran las alegrías.

Los bares son espacios polivalentes, como polivalentes son sus camareros que en ocasiones se convierten en psicólogos y sociólogos amateur. Gente observadora, testigos de los primeros besos de amor de una pareja o de la ruptura de otra.

Incluso, tras veinticinco años detrás de una barra uno se puede permitir realizar una radiografía exacta de la evolución de un lugar o de los cambios de costumbres en sus gentes.

En esto son expertos, Luismi y Maxi, del Bar La Urbana, ubicado en la calle Mayor Antigua, que cumple sus bodas de plata con los palentinos, un espacio «de referencia», afirma Luismi.

La historia de este bar comienza en el año 1990, cuando estos dos amigos deciden abrir el establecimiento. «Empezamos desde cero», comenta Maxi que también explica que pusieron tanta ilusión que incluso «pintamos el bar. Fuimos a los anticuarios a comprar muebles», recuerdan.

Desde entonces, las puertas de La Urbana han sido un ir y venir de gente y de historias y así lo reflejan estos dos hosteleros. «En veinticinco años se viven muchas cosas», afirma Luismi que también explica que han visto a personas que comenzaron a conocerse en el  bar y ahora están en pareja.

De hecho, ambos destacan una de las cosas más importantes que han sacado en estas bodas de plata con la gente de la ciudad, los amigos,  por eso explican que «esta fiesta de aniversario la están promoviendo más bien ellos, los amigos, la gente que lleva muchos años viniendo».

Ahora, estos clientes y amigos fieles «ya tienen hijos y sus vidas han cambiado», reza Maxi aunque matiza que «cuando se reúnen siempre vuelven, siempre acaban tomándose una copa aquí».

La Urbana es uno de los pocos bares que se mantiene tras veinticinco años de actividad y su única fórmula, secreta o no, para seguir haciéndolo es la constancia, el trabajo y «el hecho de que siempre estemos nosotros, porque muchos vienen porque nos conocen», explica Luismi.

Maxi, por otra parte, ve la clave en el trato con la gente, que es fundamental, «para hacer que sigamos funcionado», aunque «a veces, toca hacer un poco de psicólogo, pero siempre hay que escuchar».

Con todo, para estos dos veteranos hosteleros palentinos lo más importante de este aniversario tan especial es que siguen funcionando y «esperamos seguir funcionando más tiempos», coninciden ambos.

Agradecen a la gente que ha pasado durante todos estos años por su bar, porque «por eso es por lo que podemos continuar».

Por otra parte, el tiempo y la experiencia les ha otorgado la capacidad de analizar cómo ha ido evolucionando la noche palentina.

«Antes la gente salía más», valora Maxi que también aduce que  «quizá lo que se haya perdido sea un poco de alegría con la crisis».

Luismi, de acuerdo con su compañero, añade que lo que sucede es que la gente va cambiando, aunque se siente satisfecho «porque también se va incorporando clientela nueva, se va renovando».

En líneas generales, con los altibajos que dibuja el tiempo, se muestran contentos y comentan que «si después de tanto tiempo seguimos trabajando juntos es porque ha merecido mucho la pena esto».

 

CELEBRACIÓN. A modo de celebración de estas bodas de plata del bar con Palencia los dos hosteleros han preparado una fiesta por  todo lo alto.

Se celebra hoy y en la que han dispuesto un photocall para que los palentinos puedan llevarse un recuerdo de este día especial, mientras disfrutan del ambiente festivo que inundará este establecimiento.

Además, una exposición fotográfica de José Luis de Román decora las paredes del Bar la Urbana durante la celebración de estos veinticinco años.

Unas instantáneas acompañadas de los textos extraídos del libro Texturas, de la escritora Teresa Díez.