Objetivo conseguido. Gabriel Ruiz, el padre del joven aguilarense que perdió un testículo durante los altercados del 22-M, ha cumplido su reto de recorrer los más de 200 kilómetros que separan Villalar de los Comuneros de Madrid para entregar en La Zarzuela, La Moncloa, el Senado y el Congreso de los Diputados su Manifiesto a favor de la Vida, la Libertad y el Amor.

El médico y abogado natural de Báscones de Ojeda reconoce que la primera etapa fue la más dura a causa de las altas temperaturas que le acompañaron a lo largo de toda la jornada, pero que según fue acercándose a la capital, se iba llenando de energía para cumplir este desafío cuyo objetivo ha sido el de solicitar a las instituciones responsabilidad y respeto ante las protestas ciudadanas.

Además, el apoyo de sus amigos y familiares y de la gente que fue encontrándose a lo largo de la carrera le ha hecho valorar la experiencia de forma muy positiva. «En Villalar fui recibido por el alcalde, en Segovia por una de las concejalas del Ayuntamiento y, en algunos tramos del trayecto, me han acompañado dos atletas de forma desinteresada -Chema de Valladolid e Idoia de San Sebastián-. Además, he contado con un coche de apoyo que ha ido proporcionándome avituallamiento, también ha habido gente que ha salido a darme la bienvenida y no puedo olvidarme de agradecer el soporte que me han proporcionado la Guardia Civil y la Policía Nacional. Ya en Madrid estaban esperándome mi hijo y varios amigos, lo que me dio la fuerza necesaria para completar la marcha», explica Gabriel Ruiz.

Así, tras cinco días de dura carrera, en la jornada del lunes, el médico y abogado residente en Aguilar llegó hasta La Zarzuela, La Moncloa, el Senado y el Congreso, donde fue recibido por los representantes de dichas instituciones. «Los dos sitios en los que mejor me han tratado han sido la Casa Real y la Cámara Alta. El Rey no estaba, pero salió a recibirme otra persona que se interesó por el estado de mi hijo y me dio todo su apoyo. Lo mismo ocurrió en el Senado. En La Moncloa también me recibió un representante de Rajoy y al Congreso llegamos muy justos de tiempo por lo que ya estaba cerrada la Oficina de Registros pero, aún así, dejamos el manifiesto para que se lo entregaran a su presidente, Jesús Posadas», apunta Ruiz.

Ahora toca recuperarse, pero Gabriel no tiene ninguna duda de que su esfuerzo ha merecido la pena y confía en que su protesta sirva para concienciar a los representantes de que «los antidisturbios sólo generan más disturbios».