La eclosión de la gripe en la provincia está a punto de llegar. Este año se está retrasando porque el frío se ha hecho esperar, pero el descenso de los termómetros que comenzó  la semana pasada traerá consigo un aumento de los casos, tal y como destacan los profesionales médicos consultados.
Así, la presente ola de frío provocará un mayor número de casos y los expertos indican que se propagarán fácilmente, pues la vuelta de los niños al colegio y a los trabajos facilitan que se extiendan con más rapidez.
Según los datos facilitados por el servicio territorial de Sanidad, desde la semana 40 de 2018 (del 1 al 7 de octubre) a la semana 1 de 2019 (del 31 de diciembre de 2018  al 6 de enero), el número de casos de gripe notificados desde los centros asistenciales al sistema de vigilancia epidemiológica fue de 252. Si se compara con el mismo periodo de años anteriores, en la temporada 2017/18 el número acumulado de casos fue de 712, mientras que en 2016/17 ascendió hasta los 1.316.
Con estas cifras se puede comprobar que la actividad gripal observada hasta la fecha es inferior a la  de las dos últimas temporadas,  por lo que parece ser que lo peor está por llegar y que esta patología típica de la temporada de invierno dará que hablar en las próximas semanas en las que se prevé una bajada importante de las temperaturas en todo el país.

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