Una puerta y un papel como primera atención

O. H.
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Los más de mil vecinos de Astudillo y los cientos de veraneantes llevan dos semanas sin consultas médicas y deben desplazarse a Frómista para recibir asistencia sanitaria

La sanidad se ha convertido en uno de los temas calientes del verano. A la falta de facultativos por plazas no cubiertas, bajas sin sustituir cubiertas y vacaciones que se encuentran en esta misma situación se ha unido una huelga que ha conseguido que lo que estaba sujeto con alfileres se haya caído como un castillo de naipes, aunque según la Junta, el seguimiento de los paros sea escaso.

Escaso, pero con repercusiones, y no solo en pequeños consultorios donde los vecinos estaban acostumbrados a tener visita médica un día sí y seis no, sino en localidades con más de un millar de habitantes como Astudillo, donde como afirma su alcalde, Luis Santos (PP), desde que comenzó la huelga, apenas ha habido «consulta uno o dos días».

Una situación que, de darse en otra época, aún siendo mala, afectaría a menos personas. Pero en verano, cuando la población en el medio rural aumenta, su huella es mayor. «Ahora estamos en Astudillo con casi 3.000 personas». En esa localidad hay, habitualmente, dos médicos en el Consultorio. De ellos, uno está de huelga «y el otro, aún trabajando, tiene que realizar servicios mínimos y solo pasa consulta en Astudillo cuando no tiene servicios mínimos». Una atención de urgencia que no se presta en la localidad, sino en el Centro de Salud de Frómista.

De ello informa un cartel que, colocado en la puerta del Consultorio de Astudillo, emplaza a los enfermos a coger el hatillo y trasladarse a Frómista, donde se centran esos servicios mínimos. 12 kilómetros de una carretera que no es precisamente una autovía. Pero aún siéndola, muchos vecinos se encuentran con el problema del transporte. «No tienen medios, coche, para acercarse». El transporte público tampoco ayuda. Solo hay dos conexiones entre Frómista y Astudillo. Una, que solo funciona en verano y que pasa por Astudillo a las 17,30 horas (sin vuelta hasta el día siguiente); y el transporte a la demanda (hay que solicitarlo el día antes «cuando tampoco sabes si hoy o mañana va a haber médico en Astudillo». Además, este servicio permite estar escasamente una hora en Frómista antes del momento del regreso.

Porque lo único que se puede    leer en el consultorio de Astudillo, como en muchos otros de la provincia, es un cartel en el que se indica que, de estar la puerta cerrada, los servicios mínimos están en Frómista, de lunes a viernes de 9 a 15 horas, y que aunque el «seguimiento e incidencia de los paros es impredecible, la atención a los ciudadanos queda garantizada en los casos urgentes, en las situaciones de enfermedades crónicas que puedan sufrir descompensaciones, en la supervisión de pacientes domiciliarios y en cuidados paliativos no demorables, es lo que dice el cartel.

El alcade afirma que «los que tienen receta electrónica, ni tan mal, pero las persona que no, y necesitan medicación tienen que buscarse la vida para ir a Frómista y lograr la receta». Santos subraya que ya se ha reunido con la Junta, sin hallar solución alguna. Y la cuestión puede complicarse aún más puesto que «el médico que no estaba haciendo huelga, acaba de coger vacaciones. Aún no sabemos si alguien va a venir a algún día». «Estamos preocupados porque pasan los días y no vemos soluciones y la gente se queja. Llevamos muchos días sin médico», lamenta.

La sanidad rural se ha llegado a tratar incluso en el pleno de la Diputación. Por el recorte de las guardias de urgencia en Frómista hace unos meses, y más recientemente por la supresión temporal de las de Barruelo. En ella se aprobó una moción en la que instaba a la Junta a apostar por la sanidad rural, aunque de momento, esa declaración cuasi institucional aprobada por unanimidad no ha surtido ningún efecto real en los consultorios.

Huelga. En lo que se refiere al seguimiento de la huelga ayer en los centros de salud y consultorios médicos de la provincia, la Junta de Castilla y León cuantificó que siete facultativos habían ejercido su derecho al paro, lo que supone un 10,14% de los que estaban llamados a la huelga que comenzó el 1 de agosto.

El porcentaje de seguimiento oficial es superior en Palencia al del resto de la comunidad, donde también según la propia Junta, solo un 7,85% de los médicos holgó.