El primer semestre del año se ha cerrado con 937 accidentes de trabajo con baja, lo que supone un 4,6 por ciento menos que en el mismo período del pasado año, según los datos facilitados por Comisiones Obreras. De esta forma, vuelve a la tendencia descente rota en 2017 que volvió a subir después de cinco años consecutivos en caída. Atendiendo al conjunto de los siniestros (con baja y sin baja), señalar que también descienden: un 6,6 por ciento hasta los 2.664.

Volviendo a los accidentes con baja, destacar que han bajado en los leves y mortales, mientras que suben los graves. Según la información facilitada por Juan Carlos González, secretario de Salud Laboral de CCOO, leves se computaron en los seis primeros meses 923, lo que supone un 5,23 por ciento menos que en el mismo período del año anterior. De los graves se pasaron de 6 a 13, esto es, un 116,67 por ciento más; mientras que en los mortales se reducejeron un 50 por ciento; pasando de los dos de 2017 a uno este año.

En cuanto a las enfermedades profesionales, señalar que subieron un 5,26 por ciento, hasta las 20 y otras 20 sin baja y en lo que se refiere a los accidentes in itinere, en el trayecto de casa al trabajo, o viceversa, se computaron 93, frente a los 110 del pasado año, por lo que descendieron un 15 por ciento.

Analizando la estadísticas por actividad económica, se observa que baja la siniestralidad en todos los sectores salvo en construcción donde se registró un pequeño repunte. En industria cayeron un 6,30 por ciento, hasta los 327; mientras que en servicios se situaron en 478, esto es, un 2,25 por ciento menos que el pasado año. En cuanto al sector agrario, los accidentes bajaron un 25,33 por ciento, por lo que se registraron 56 y, finalmente, en construcción se computaron 76, un 8,56 por ciento más que en los seis primeros meses del pasado año.

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