Tras el fallecimiento de Jesús Paredes, José Manuel Ruiz López, tesorero de la Asociación de Vecinos de San Juanillo, asume el liderazgo del colectivo. Lleva tres décadas inmerso en el movimiento vecinal. Empezó en la asociación en 1988 y se mantuvo hasta la Presidencia de Manuel Paramio con el que estuvo dos años. Posteriormente, dejó el colectivo al que se incorporó hace tres. 

¿Cómo asumen en el colectivo este proceso tras el fallecimiento de Jesús Paredes?

Queremos acabar el ejercicio del año con toda la programación prevista. El 15 de enero se ha acordado convocar una asamblea para informar de las cuentas, la gestión y la memoria de actividades y, en esa misma asamblea, convocar elecciones que se celebrarían como mínimo 15 días después, tal y como recogen los estatutos del colectivo.

Sabemos que la situación, tal y como está ahora, no la podemos prolongar y si lo hacemos es por acabar el año y continuar con las cosas que tenemos programadas. En enero veremos cómo sigue esto porque hay que mantenerlo vivo.

¿Su idea es presentarse a la Presidencia de la asociación?

No me postulo. He trabajado codo con codo con Chuchi y sé como funciona esto pero no quiero ofrecerme porque para ello tendría que tener la garantía de un equipo detrás de mi como la ha tenido nuestro anterior presidente. Era un fenómeno pero también es cierto que tenía un grupo que ha respondido y que ha conseguido que esto siguiera funcionando, pero porque son un equipo de personas comprometidas.

Se necesita tener una garantía, conocer a las personas y saber que van a responder. Por lo que no puedo asegurar que me vaya a presentar al cargo de presidente. Sí estoy dispuesto a trabajar en el equipo que sea y poner toda mi experiencia al servicio de la junta que sea. 

También ha estado mucho tiempo ocupando el cargo de secretario en la federación de Vecinos. Es un firme defensor del movimiento vecinal y del asociacionismo

Creo en ambos y en la necesidad de las asociaciones de vecinos. Aquí decimos que ninguno es imprescindible pero todos somos necesarios. Lo que sí es imprescindible es una asociación de vecinos en un barrio, aunque hay ciudadanos que no lo entienden así pero lo harían si la asociación desapareciese porque se vería lo necesaria que es.

Lo que igual no sabemos vender son los logros alcanzados en el barrio porque cuando llegan las máquinas de asfaltar y se ven nuevas las calles, la gente piensa que por fin el Ayuntamiento ha tenido consideración pero se desconoce el trabajo que ha costado a la asociación.

Jesús Paredes se caracterizaba por ser reivindicativo y luchar por su barrio

Así era. Insistente e incansable, consciente de que, aunque se tarda, al final se consiguen muchas cosas, nunca todo lo que se quiere.

¿Ese papel de Jesús Paredes se va a ver reconocido de alguna manera?

El párroco de la iglesia de San Juanillo propuso el otro día un reconocimiento mediante una calle del barrio pero creemos más acertado pedir que el nombre del centro social del barrio lleve el nombre de Jesús Paredes.

Volviendo al papel de la asociación de vecinos, la de San Juanillo tiene mucho recorrido y siempre ha sido muy exigente, al igual que sucede con la del Cristo

Tenemos mucha historia detrás. Aunque no siempre he estado de acuerdo con algún presidente, sé la labor y el trabajo que supone y, sea quien sea, merece un reconocimiento porque es algo muy necesario. 

Los barrios suelen ser los más abandonados en las ciudades y a nosotros, igual que el Cristo, siempre hemos tenido el muro de las vías y las asociaciones de este lado suelen ser las más reivindicativas porque tenemos conciencia de barrio ya que en cierto modo nos sentimos un poco aislados. En cambio, las del centro, aunque tengas sus problemas, no tienen la sensación de abandono que tenemos aquí. 

¿La ciudad iría mejor con más movimientos vecinales como el que hay en San Juanillo?

Una de las charlas que hemos tenido este otoño versaba precisamente sobre la situación actual del movimiento vecinal en Palencia. Hemos visto cuáles eran los problemas pero no sabemos cómo resolverlos.

Hay que fomentar y dar valor la participación en dos sentidos. Las asociaciones en el funcionamiento de la administración local, sobre todo el ayuntamiento, aunque luego de manera puntual haya que contactar con otras administraciones como la Junta, pero lo esencial es el Ayuntamiento. 

El otro sentido de la participación es lograr que los vecinos se impliquen en el colectivo y, por tanto, nos podamos ver como representantes del barrio.