Las fiestas de Venta de Baños en honor a Santa Rosa de Lima tuvieron ayer una protagonista de excepción, Marta Domínguez, pregonera después de no pocas invitaciones que hasta ahora, «momento idóneo» según lo calificó, no había podido aceptar.  En los minutos previos a que subiera al escenario, en declaraciones a Diario Palentino reconoció que era un orgullo ser la voz de los festejos, una responsabilidad que no le había quitado el sueño, porque «pocas cosas me lo quitan», subrayó. Habló de cómo iba a ser su intervención, «cercana, fácil de entender. Desde el corazón», afirmó. Confesó también no ser de fiestas, «de ningún sitio». Su turno llegó después de que la alcaldesa de la localidad, Consolación Pablos, se dirigiera a los asistentes que se dieron cita en  el Pabellón de Deportes, lo que hizo tras escuchar a la Banda Municipal de Música interpretar el pasodoble Como las propias rosas y el Himno de Venta de Baños. Amenizó la velada el grupo Perversiones, arriba del escenario en un par de ocasiones.

Marta Domínguez inició su pregón entre aplausos, para rememorar los momentos y las gentes de «un idilio» con un pueblo que siente como suyo y que empezó hace 31 años en una carrera popular que ganó. Entonces no lloró, porque, reconoció, no derrama lágrimas en las victorias y tampoco en las derrotas.  

«Venta de Baños -afirmó-, me lo ha dado todo». Allí se ha sentido «querida, arropada, apoyada, una más». Se refirió al Cross Internacional, en el que ha participado 27 ocasiones y al que calificó de «mi cross», y es que hablar de ése es hacerlo de gratos recuerdos, según señaló.

Las Escuelas de Atletismo y de Fútbol y quienes las dan vida también fueron mencionados durante el pregón de esta deportista que se definió como «mujer de hechos, no de palabras».

Durante este acto también se entregó el premio al ganador del concurso de carteles.

Después se celebró un concurso de tortillas y una gymkana de humor amarillo. Se cerró la jornada con un concierto de rock.