Esteban Escudero inicia su quinto año de servicio pastoral en la Diócesis

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Presidió una Misa en la Catedral en cuya homilía se refirió a las líneas maestras de la renovación que el Papa esboza para la Iglesia

Esteban Escudero presidió la Eucarístía en la Catedral. - Foto: enrique alonso

La Diócesis celebró ayer el cuarto aniversario de la toma de posesión de Mons. Esteban Escudero como obispo. El prelado presidió la Eucaristía en la Catedral. Concelebraron miembros del Cabildo y del presbiterio palentino.

En su homilía, el obispo habló sobre las líneas maestras de la renovación que el Papa está esbozando para la Iglesia, que van en tres direcciones convergentes: conversión del corazón, conversión pastoral y conversión de las estructuras eclesiales.

Respecto a la conversión del corazón, señaló que va a estar marcada por la celebración durante este curso pastoral del Año de Santa Teresa, con el llamamiento a la oración y a la contemplación que ha dejado con el ejemplo de su vida. También se va a celebrar paralelamente el Año de la vida religiosa, a partir del próximo mes de noviembre.

La conversión pastoral, según  comentó el obispo de la Diócesis palentina, deberá realizarse mediante el estudio de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium como medio por el que el Espíritu Santo, a través del ministerio del Papa Francisco, está intentando llevar a cabo una renovación en su Iglesia.

En relación con la conversión de las estructuras eclesiales, dijo que habrá que ir celebrando asambleas y reuniones a distintos niveles (conventos, movimientos eclesiales, parroquias, arciprestazgos, Diócesis, etc.) para hacer realidad una Iglesia más unida, sin divisiones ni enfrentamientos internos, a fin de dedicarse por entero al servicio de la evangelización de las gentes y al cuidado de los más necesitados.

Cabe recordar, por otra parte,  las palabras que dirigió el prelado tras conocer su nombramiento como obispo de esta Diócesis, hace ya cuatro años. Esteban Escudero escribió:  «Mi pensamiento se dirige ya hacia todos los fieles cristianos de mi nueva iglesia particular. Saludo cordialmente a su vicario general, Don Antonio Gómez Cantero, así como a los demás vicarios, al Colegio de Consultores, a todos los que trabajan en la Curia diocesana, al Cabildo de su bella Catedral, a los sacerdotes de los arciprestazgos de Brezo, Campoo-Santullán, Ojeda, Valle, Carrión, Campos, Camino de Santiago, Palencia y Cerrato. Me pongo desde este momento a vuestro servicio y espero que, cuando vaya, me admitáis de corazón como centro de comunión de vuestro presbiterio. Hemos de ir consiguiendo entre todos lo que el Papa Juan Pablo II nos enseñó en su Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte: Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión: éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a las profundas esperanzas del mundo».