El Quesos Cerrato Palencia contará la próxima temporada con la referencia exterior de Marc Blanch Espinal, el escolta catalán que la pasada campaña militó en las filas del Andorra Morabanc en la Liga ACB.
Un jugador exterior de 33 años (12-01-1982) y 1,95 metros de altura que en la jornada de ayer se despedía con una emotiva carta de los que han sido sus aficionados las tres últimas temporadas, antes de iniciar su aventura palentina de nuevo en la LEB Oro, donde ya jugó durante varias brillantes temporadas.
Blanch es un escolta bien conocido por la afición palentina, dado que ha sido un adversario temible en su etapa andorrana y en las anteriores tanto en Menorca como en Mallorca. Sus últimas apariciones como rival de los palentinos fueron en la campaña 2013-14, en la que le endosó 16 puntos en la final de la Copa Príncipe celebrada en tierras andorranas y también dio buenas muestras de su voracidad defensiva (destacado cada año en el apartado de recuperaciones de balón),capacidad ofensiva y un marcado carácter de ganador en los dos enfrentamientos ligueros.
Nacido en Badalona (Barcelona), Marc Blanch se iniciaba en las categorías inferiores del Sant Josep de Badalona. Tras varios cursos en la Liga EBA en el Sant Josep y el CB Prat, se despedía de la categoría destacando en el Mataró, con 19,73 puntos de media en 30 encuentros, sumando además 3,5 rebotes y casi tres recuperaciones (a lo largo de su carrera los robos han superado a las pérdidas de balón, prueba de su enorme fiabilidad).
Entonces dio el salto a la LEB Plata en las filas del Aguas de Valencia (Gandía), donde llegó a disputar la Copa 2005 ante el Burgos. Aquel día sus 18 puntos no sirvieron para que su equipo ganara a los burgaleses ante el vendaval anotador del genial Tony Smith, que sumó 35. Pero ya demostró que era de los que se crecía en los días importantes.
El curso 2005-06 lo iniciaba ya en la LEB Oro, de donde ya no bajaría. Comenzó en el Drac Inca, donde el primero de los cinco años que militó en el equipo jugó la final de la Copa Príncipe (la perdía ante el Polaris Murcia) y se cruzaba en cuartos de final con el Bruesa de San Sebastián, que pese a las exhibiciones anotadoras de Blanch (31, 6 y 28 puntos), se llevó la serie 3-0 y acabó ascendiendo a la ACB junto al Murcia. En el segundo año en Inca su equipo también llegó hasta cuartos de final por el ascenso (esta vez el verdugo fue el CAI Zaragoza) y en el tercero no pudo jugar el play-off. El heredero del Básquet Inca fue el Básquet Mallorca (surgido tras la fusión con el Básquet Muro). Dos campañas bajo la denominación de Mallorca, a las órdenes de Xavi Sastre, prácticamente calcó sus números, superando los 14 puntos en ambos casos, con un 36% en el lanzamiento triple y, como buen tirador, destacados dígitos en los tiros libres.
Su primera experiencia ACB llegó en la 10-11 de la mano del Asefa Estudiantes, apenas le permitió demostrar toda la calidad que atesora. Escasos cinco encuentros en la competición liguera y el debut en la Eurocup (con una actuación destacada en la victoria ante el Paok, por ejemplo, donde anotó 9 puntos). Benethon, Caserta, Galatasaray y Roanne fueron los otros rivales continentales a los que se midió.
Regresó a la LEB Oro para ser importante en el Menorca, donde compartió vestuario con Urko Otegui y Romà Bas, con los que logró el ascenso a la ACBy con los que volverá a coincidir. Luego, tres años en Andorra, con el doblete en la 13-14, antes de sacarse la espinita de la ACB, desde donde llega a Palencia para ser una clara referencia.