El peligroso brote de ébola sigue expandiéndose por el continente africano y, a los Estados afectados en la zona occidental, se sumó ayer Senegal, donde se confirmó el primer caso de esta enfermedad al informarse de que un joven padece la patología.
El enfermo infectado es un estudiante de la vecina Guinea, el lugar donde surgió el primer brote de la epidemia actual que ha dejado ya más de 1.500 muertos en África Occidental.
El paciente, según informó la ministra de Sanidad senegalesa, Awa Marie Coll Seck, es un joven de 21 años que estuvo bajo observación en Guinea, pero escapó de la vigilancia.
Tras ser diagnosticado, fue trasladado y puesto en cuarentena inmediatamente en el hospital Fann en la capital, Dakar.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe que afirmaba que el número de infectados por el virus del ébola experimentó la semana pasada el mayor aumento en un período similar desde el inicio del brote de la epidemia, con 550 nuevos casos.
El aumento récord de enfermos se produjo en los tres principales países del oeste de África afectados por la dolencia: Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Según el informe, en la semana 35 del calendario se dieron a conocer unos 550 casos, frente a los casi 400 de la semana 34.
El aumento más dramático es el de Liberia. Aunque los nuevos casos en diferentes países mantienen la alarma social.
La tasa de mortalidad del brote actual se cifra en una media del 51 por ciento, y oscila del 41 por ciento en Sierra Leona al 66 por ciento en Guinea Konakry.
Mientras tanto, Francia pidió más apoyo de los países europeos para combatir la epidemia. La situación en los países afectados en África es grave, señaló el Palacio del Elíseo.
Por esta razón, el Estado galo pedirá más ayuda en la cumbre de hoy en Bruselas, con medidas como un mayor apoyo a la OMS. Además, París propuso un encuentro especial de los ministros de Sanidad de la UE.
Por su parte Acción Contra el Hambre (ACH) hizo un llamamiento para alertar de la precaria situación del sistema sanitario liberiano y de la necesidad de más apoyo para frenar la propagación del virus.
La «poca estabilidad del sistema sanitario», consecuencia del cierre de los centros de salud, la falta de personal y la carencia de medicamentos, dificulta la atención y la prevención de posibles nuevos casos. Solo en la capital liberiana, donde viven más de 420.000 personas, se han registrado 200 casos de infectados.
El equipo de ACH trabaja junto al Ministerio de Salud y otras ONG en Liberia. «Tanto el Ministerio de Sanidad como el Gobierno están abrumados por la situación y existen numerosas deficiencias en el proceso del seguimiento del virus», explicó el coordinador de emergencias de ACH en Liberia, Patrick Andrey.
Las labores de las ONG en el país se están centrando por un lado en el apoyo logístico al Ministerio de Sanidad y, por otro, en la sensibilización e información sobre prácticas de higiene y prevención. ACH ha iniciado un programa de prevención a través de la utilización de agua clorada en lugares de alta concentración humana, como iglesias, mezquitas o mercados, para reducir el riesgo de transmisión.
La ONG, que realiza sus labores principalmente en Liberia y Sierra Leona, se encarga del seguimiento de las personas que estuvieron en contacto con casos confirmados. Si tras los 21 días de incubación se declaran los síntomas, las personas son transferidas a otros equipos que se encargan de ponerlos en cuarentena.