Educación rural de gran prestigio

Rubén Abad
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La Junta de Castilla y León acredita como 'Centro especialmente reconocido por su Plan de Calidad' al Colegio El Otero, al 'Virgen del Brezo' y al Instituto de Guardo

Héctor García (i), Isabel Valbuena y Marcos Cámara, directores del ‘Virgen del Brezo’, ‘El Otero’ y el IESde Guardo, recogieron el diploma acreditativo en Ávila. - Foto: DP

Con el objetivo de intentar desbancar el viejo tópico de escuela de pueblo rancia, sin alternativas formativas y con un sistema educativo desfasado, los profesores que desempeñan su trabajo en el ámbito rural se empeñan a diario en ofrecer a sus alumnos una enseñanza digna y con las mismas oportunidades, o al menos muy parecidas, a las que tienen acceso los niños de las ciudades.

Como muestra, un botón. El Colegio El Otero, de Guardo; el Virgen del Brezo, de Santibáñez de la Peña, y el Instituto de Guardo han sido distinguidos por la Junta de Castilla y León como Centro especialmente reconocido por su Plan de Calidad en un acto celebrado recientemente en Ávila. Un motivo de orgullo para el profesorado que asegura que formar a los niños de la Montaña Palentina «es todo un lujo, huyendo de las clases masificadas que hay en las capitales y con una educación más cercana y personalizada».

Para optar a este galardón cada complejo educativo trabajó durante el pasado curso académico en varios proyectos con los alumnos. Una vez comprobado los beneficios que resultaban dichos programas entre los jóvenes, enviaron un informe detallado a la Dirección Provincial de Educación que, a su vez, remitió toda la documentación a la Consejería de Educación.

En el caso de El Otero se insistió en el perfeccionamiento de la expresión oral y escrita a través de un kamishibai, un cuento de origen japonés en el que los alumnos practicaron sus conocimientos lingüísticos en castellano e inglés.

El IES guardense apostó por la creación de una hoja de cálculo en Excel en la que controlar diferentes parámetros por asignaturas para certificar las competencias  del alumnado.

Por otro lado, el Colegio de Infantil y Primaria de Santibáñez de la Peña ha sido premiado por la inclusión de las nuevas tecnologías en el desarrollo de las lecciones en el aula, un novedoso sistema de aprendizaje que le ha hecho valedor de la Certificación de TIC-Nivel 5, la distinción más alta.

A través de estos programas, el Claustro de estos centros intenta demostrar que vivir alejados de la capital no es impedimento para ofrecer programas que formen a los jóvenes en otras materias más allá de las asignaturas tradicionales.

Conscientes de que movilizar a decenas de alumnos en un viaje que ronda los cien kilómetros, como poco, para presenciar un espectáculo de calidad o participar en unas jornadas temáticas, los equipos directivos están trabajando por cambiar este concepto y que estas actividades se desarrollen en el propio centro, facilitando su difusión entre los jóvenes.

Así lo certifica Isabel Valbuena, directora de El Otero, quien asegura que en su colegio «padres y profesores intentamos ofrecer cada día lo mejor de nosotros mismos pensando siempre en el futuro de los pequeños. Entre todos tenemos que desbancar las características que se atribuyen a los centros rurales porque en ellos también hay grandes profesionales dedicados de lleno a nuestros alumnos».