Herrera de Pisuerga fue fiel a la cita con su crustáceo preferido y volvió a disfrutar de la alegría, el colorido y el buen ambiente que el primer fin de semana de agosto se hace más patente en esta ciudad, gracias a la Fiesta de Exaltación del Cangrejo de Río que cumplió ayer sus 44 años de celebración.

Es complicado cuantificar la cantidad de personas que ayer se acercaron a esta localidad porque el recorrido de un kilómetro, desde la Ermita de La Piedad hasta la Plaza Mayor estuvo flanqueado por cientos de personas que quisieron comprobar el grado de elaboración de las carrozas (algunas de factura profesional elaboradas por un fallero de Toro) y de animación de las diferentes peñas y colectivos que participaron en la caravana. «Este año han sido 19 las carrozas que han participado, tres más que el pasado año. Vamos creciendo», aseguraba el alcalde Javier San Millán «Organizar algo así es una hermosa prueba que nos ponemos todos los años», ratificaba justo antes de que la comitiva con las autoridades arrancara.

En esa primera línea, además de parlamentarios nacionales, el vicepresidente de la Diputación, diputados provinciales, el delegado de la Junta y alcaldes y ediles de diferentes puntos de la provincia, también estaban los representantes de las empresas galardonadas con el reconocimiento más importante que Herrera de Pisuerga concede cada año: el Cangrejo de Oro. Conrado Merino, de Merimar, y  Rocío Hervella, de Prosol. «Es un premio a los empresarios», manifestó el alcalde que además reconoció que ambos tienen relación con Herrera de Pisuerga. «Conrado con su tía Antonia y Rocío con su tío Jesús», señaló San Millán. Para los dos galardonados este reconocimiento otorgado por el Ayuntamiento de Herrera, es como afirmó Merino, «ilusionante, como siempre que te dan un premio. Me alegro de que nuestros políticos hayan reconocido la labor de los empresarios de la provincia como generadores de empleo y de estabilidad», apuntó Conrado Merino.

Por su parte, Hervella , quien dijo que el premio era muy emotivo personalmente, por la vinculación que su familia tiene con la localidad, declaró que se trata de un galardón a «los 17 años de trabajo de la empresa» y subrayó la necesidad de reconocer  de estas forma a empresarios que aportan sostenibilidad. «Es vital que los empresarios tengamos conciencia social, pero también que los agentes sociales tengan conciencia empresarial. Solo así la rueda seguirá girando». La entrega de los cangrejos de oro tuvo lugar tras la comida oficial que se sirvió en el Pabellón de Herrera.

Pero antes de estas condecoraciones, durante el desfile se entregaron los galardones más populares: los de los concursos de mayor cangrejo vivo, y los de cocina popular y profesional con el cangrejo como producto principal.

El primero de ellos fue para Carlo Gallego, de 10 años que se hizo en una acequia cercana al Pisuerga en Herrera con un ejemplar de 12,8 centímetros. La diferencia fue escasa con el presentado ayer por el que fuera ganador del concurso en 2014, Juan Carlos González: 12,7. Fue capturado en el Canal, en Palencia. El primer premio de cocina fue para Águeda Santamaría y el segundo para Marian Sierra. 

 

El Profesional, a Valladolid. En cuanto la concurso profesional de tapas, el primer premio fue para Juan Carlos Alejos del Restaurante Ángela de Valladolid. «Es la segunda vez que participo y vine preparado», comentaba. Su tapa: tres preparaciones de cangrejo en forma de columna con una parte de cóctel de cangrejo con vinagretas de frutos tropicales, aguacate y salsa rosa; una segunda pieza con una presentación del crustáceo con esferificaciones de wasabi y trucha ahumada; y una tercera que era una salchicha de cangrejo con algas y picante. El segundo premio voló a Zaragoza, de la mano de Óscar Rodríguez , del Hotel Los Jardines del Plaza. Unos premios que, como sostuvo la presentadora del acto, Elena García, «harán que el cangrejo de Herrera aumente su renombre más allá de las fronteras regionales». Su fiesta es de Interés Turístico Regional. 

 

Historia. Aunque el Festival del Cangrejo de Herrera data de 1971, lo cierto es que, como defendió en su pregón el sábado, Ramón Teja, el crustáceo se puede considerar autóctono «pese a lo que defiende un investigador del CSIC, que afirma que fue introducido en el siglo XVI por Felipe II. En mi pregón he querido, como historiador, dejar constancia de que el cangrejo lo introdujeron en esta zona los romanos. En concreto la Legio IV acantonada en Herrera. Puede que no sea autóctono, pero lleva aquí más de 2.000 años, con nosotros, que tampoco somos autóctonos».