La situación límite que atraviesa el tenis español vivió ayer un nuevo y puede que definitivo capítulo. Tras la dimisión del ahora expresidente de la Federación Española (RFET), José Luis Escañuela, el pasado jueves, su ‘protegida’ al frente del equipo nacional de la Copa Davis, Gala León, fue destituida por el nuevo mandatario del tenis patrio.

«Fernando Fernández-Ladreda Aguirre (sustituto de Escañuela) ha comunicado a la capitana la decisión de prescindir de sus servicios, resolviéndose así todo vínculo contractual existente con la misma», rezaba el anuncio realizado por el principal organismo que dirige este deporte. «La decisión», continúa el texto, «ha sido adoptada tras una reflexión sobre la conveniencia de la continuidad de Gala León al frente de la dirección deportiva y de la capitanía del equipo español de cara a la próxima eliminatoria que le enfrentará a Rusia, y con el ánimo de lograr el mejor resultado deportivo posible». Además,  el presidente de la RFET agradeció a la extenista el trabajo realizado, al tiempo que le deseó todo lo mejor en el plano personal y profesional.

Con la dimisión de Escañuela, los jugadores ganaron el primer pulso. Y ahora parece que salen victoriosos también del segundo, el de Gala León, cuyo nombramiento en septiembre de 2014 como capitana de la Copa Davis, abrió una fractura insalvable entre jugadores y dirigentes. Según denunciaron los tenistas en incontables ocasiones, la Federación no tuvo en cuenta la opinión de ningún deportista a la hora de elegir a la sustituta de Carlo Moyá cuando España perdió la categoría del Grupo Mundial de la Davis.

Con Nadal a la cabeza, los jugadores rechazaron el nombramiento y se negaron a disputar la eliminatoria frente a Rusia, que se jugará entre el 17 y el 19 de julio en Vladivostok.

El pasado domingo, el enfrentamiento entre los deportistas y el organismo federativo alcanzó su punto más crítico con una carta firmada por nombres como los de Rafa Nadal, David Ferrer, Garbiñe Muguruza o Carla Suárez, que junto a ilustres retirados como Manolo Santana, Carlos Moyá o Juan Carlos Ferrero, desgranaron sus reproches hacia el trabajo de Escañuela. La «nula comunicación» con el tenis profesional, la «inexistencia» de un plan estratégico para el desarrollo de este deporte, la «falta de transparencia» en la distribución de recursos, la ausencia de «planificación» en el tenis base, o el liderazgo «caótico y beligerante» de Escañuela, fueron algunas de las cuestiones que abordaron en una misiva que se hizo pública.

Ahora, parece que las mejores raquetas del tenis español podrían volver ‘ofrecerse’ para jugar la próxima eliminatoria de la Davis, siempre que se cuente con ellos para designar la capitanía del equipo, ya que éste era el motivo alegado para ausentarse de la convocatoria.

El cambio afecta indirectamente a Rusia, rival de España en la segunda ronda del Grupo I Europa/África. Las opciones de victoria del combinado capitaneado por Shamil Tarpischev, presidente también de su Federación, pasan por las bajas del equipo español, tal y como reconoció el dirigente.