Unos 300 empleados públicos se concentraron ayer junto al Monumento a la Mujer, en la Calle Mayor de Palencia, para retomar las jornadas del movimiento Viernes de negro. Los empleados públicos, vestidos de negro y portando sobres del mismo color para denunciar la corrupción política, han establecido un nuevo calendario de movilizaciones, eso sí, teniendo a los viernes como centro neurálgico. foto: EVA GARRIDO