El papa Francisco beatificará mañana a 19 religiosos que murieron en Argelia entre 1994 y 1996, los años más duros de su guerra civil. Entre quienes serán elevados a los altares en la solemnidad de la Inmaculada Concepción como mártires de la iglesia católica, está la leonesa Esther Paniagua Alonso, nacida en Izagre el 7 de junio de 1949, así como la burgalesa Caridad Álvarez Martín, natural de Santa Cruz de la Salceda. Ambas fueron asesinadas el 23 de octubre de 1994, Día del Domund de 1994, cuando se dirigían a celebrar la Eucaristía dominical en compañía de unas Hermanitas de Foucauld.

“Cuando estaban muy cerca del lugar donde estaba prevista la misa sonaron unos disparos. “Me quedé asustada y vimos correr a unos niños aterrorizados; un joven nos quiso meter en una casa y luego nos llevó a otra y oímos llorar y supimos que algo le había pasado a un cristiano pero no pensé que eran ellas. No imaginé que el atentado era para nosotras”, rememoró a Ical María Jesús Rodríguez, Superiora Provincial de la Provincia de San Agustín de las Agustinas Misioneras, que sufrió en primera persona la tragedia, dado que estaba con las dos el día del crimen.

Ante la más que complicada situación del país africano, las hermanas asesinadas se habían sometido pocos días antes de su muerte a un ejercicio de discernimiento, en el que decidieron regresar a Argelia a continuar su labor. Hace escasos días se llevó a cabo la exhumación de los restos Esther -que estaban en León- y los de Cari -que se encontraban en el madrileño cementerio de la Almudena- para que reposen juntos en la Casa Madre de las Agustinas Misioneras en Madrid.

El arzobispo emérito de Argel, Henry Teissier, concelebrará el sábado 15, a las 12.30 horas, en la catedral de León con el obispo de la Diócesis, Julián López, una eucaristía de acción de gracias por la beatificación de Esther Paniagua y Caridad Álvarez. Teissier fue el promotor de la causa de martirio que concluyó con el reconocimiento de estos 19 nuevos mártires de la fe católica.