Quesos Cerrato Palencia-Melilla, El boxing day del básket

Alberto Moreno
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En la liga inglesa de fútbol, la competición no para por Navidad. Al contrario, se juega un mayor número de partidos con el fin de llenar los campos de niños y familias. Esa cultura no existe en el fútbol patrio, pero sí en el baloncesto (posiblemente por lo apretado del calendario y las fechas disponibles). El boxing day británico se traslada a Palencia y a la LEB Oro.

No hubo competición, eso sí, en Navidad, pero la habrá el penúltimo día del año, coincidiendo además con el final de la primera vuelta, siendo la última jornada de 2015.

Para el Quesos Cerrato Palencia, líder destacado y campeón de invierno, no es un partido cualquiera. Recibe al Melilla, segundo en la tabla con el que con toda seguridad se medirá el 29 de enero próximo en este mismo escenario  del Pabellón Marta Domínguez Azpeleta en la final de la Copa Princesa de Asturias, competición de la que el cuadro norteafricano (el decano de la categoría de la LEB Oro) es el rey de copas. Melilla matemáticamente no tiene asegurada una plaza en la final, pero sólo una serie de resultados encadenados muy improbables, con diferencias de las desiguales ligas de categorías inferiores, le apartaría de esta cita.

El particular boxing day del Quesos Cerrato Palencia-Melilla servirá, por lo tanto, para que ambos equipos tomen referencias de su rival cara a la importante cita copera. No parece que ninguno de ellos esconda sus cartas. Hoy se disputa un partido de liga en el que hay bastante en juego. Si los de SergioGarcía son capaces de vencer a los melillenses, abrirían una brecha grande sobre el segundo clasificado (cuatro triunfos) con toda una segunda vuelta por delante. El pequeño parón le llegó al cuadro morado tras una racha espectacular de doce triunfos consecutivos y, teóricamente, podría provocar la pérdida de ritmo competitivo, pero se gana en frescura, dado que la temporada está siendo intensa.

Ambos equipos ya se enfrentaron en pretemporada, concretamente el 23 de septiembre pasado en la presentación del equipo morado ante su público, con triunfo palentino por 69-65 en el que llegaron a contar los morados con veinte puntos de renta, para finalizar con un marcador apretado. Pero la referencia no es válida. Nada tiene que ver un partido amistoso con uno oficial, ni tampoco uno de Liga con uno de Copa, de cara o cruz.

Melilla tiene un equipazo. Quizás su talón de Aquiles sea la posición de base, función que puede desempeñar una de sus estrellas,  Marcos Suka. Su lanzamiento exterior es poderosísimo con los hermanos Almazán, Eloy y Pablo, junto a Asier Zengotitabengoa, segundo máximo anotador visitante, junto a Suka. A ellos hay que unir al norteamericano Brando Edwards, un comodín que puede jugar de tres o de cuatro y que está desarrollando una gran temporada y exhibiendo todo el potencial que no pudo demostrar en Lugo.

En la pintura destaca el eterno Eduardo Hernández Sonseca, un jugador que intimida. Equipo y plantilla bien configurada a las órdenes de uno de los clásicos de la liga, Alejandro Alcoba, que considera que para poder ganar en Palencia necesita mejorar su defensa. «Tenemos una dinámica ofensiva muy buena, pero si queremos competir en Palencia tenemos que dar un paso adelante en la defensa. En los últimos partidos el equipo ha bajado el nivel defensivo y creo que tenemos que ser un poco más consistente en este aspecto».

Melilla presenta para este partido la baja de Gatell, mientras que los hermanos Alzamora no se encuentran al cien por cien. Recientemente ficharon a  Javi González, un pívot de 2’08 y 23 años que ya jugó con los melillenses en una etapa anterior y que viene de la Liga EBA.