Recientemente ha sido restaurada la Cruz Parroquial de Villamuera de la Cueza. Se trata de una noble pieza de orfebrería del siglo XVI, de plata, con un trabajo de filigranas espléndido, con decoración plateresca, de autor anónimo, y de muy alto valor histórico y artístico, según ha informado la Delegación Diocesana de Patrimonio.

En la actualidad, se encontraba con faltas de piezas, otras desclavadas, dobladas y rotas, y mucha suciedad.

La restauración ha sido realizada por medio de la Delegación Diocesana de Patrimonio y el coste ha sido sufragado enteramente por el Ayuntamiento de Villamuera de la Cueza.

La pieza habitualmente está en el depósito del Museo Diocesano de Palencia y es trasladada al pueblo para el culto siempre que la necesitan. Se mantiene así su custodia con las suficientes medidas de seguridad y sigue cumpliendo el fin para el que se hizo: el culto.

VALORIA DE AGUILAR. La Cruz de plata del siglo XVII, propiedad de la parroquia de Valoria de Aguilar, también ha sido restaurada recientemente por medio de la Delegación Diocesana de Patrimonio.

«Tenía la madera del alma rota, piezas desclavadas, rotas y faltaban trozos de placas de plata», según la información aportada por la Delegación Diocesana de Patrimonio.

El coste ha sido totalmente sufragado por la comunidad parroquial de Valoria y su conservación y custodia se va a realizar en el cercano Museo Parroquial de Aguilar de Campoo. «Así, todos podrán contemplarla, estará segura, y siempre que la necesiten para el culto podrán disponer de ella», argumenta la Delegación.

La cruz fue realizada en el siglo XVII por el gran orfebre palentino Miguel Azao y responde a los cánones del Concilio de Trento. La decoración es barroca, geométrica y en los remates lleva florones serpenteantes.