En una encarnizada lucha hasta el final, el PP de Esperanza Aguirre se hizo ayer con la victoria final en las municipales de Madrid. Eso sí, un triunfo insuficiente, ya que apenas superó en un concejal a su inmediato perseguidor, Ahora Madrid, que, previsiblemente, pactará con el PSOE y situará a los populares en la oposición de la capital por primera vez en 24 años.

El bloque conservador ganó en las urnas, a pesar de sufrir un severo castigo, recabando 21 ediles (10 menos que en 2011), frente a los 20 que consiguió la plataforma integrada por miembros de Podemos y otros grupos de izquierdas y liderada por Manuela Carmena.

«Hemos vencido las elecciones. De acuerdo con la ley, como partido más votado, tendríamos la Alcaldía siempre que no haya un acuerdo entre otros partidos», subrayó Aguirre tras conocer los resultados.

Pero esa alianza es más que previsible, teniendo en cuenta que los socialistas, liderados por Antonio Miguel Carmona y que también recibieron un fuerte varapalo, firmaron nueve asientos (tres menos que en la anterior legislatura), los necesarios para que las dos formaciones de izquierdas puedan gobernar y dejar a la candidata popular fuera del poder. Los siete ediles cosechados por Ciudadanos no serían suficientes para una coalición conservadora en la capital.

El propio Carmona se comprometió anoche a colaborar a la «gobernabilidad» y a apostar por la «transformación» de la ciudad.

«Los madrileños nos han mandado un mensaje. Hemos pasado de obtener el 48 por ciento de los votos al 34,4», lamentó Aguirre. 

«En este momento, está claro que ha ganado una mayoría por el cambio. Y esa mayoría no la ha ganado Ahora Madrid ni otras fuerzas políticas, la ha ganado la ciudadanía», aplaudió, por su parte, una triunfadora Carmena.

«En esta campaña ha pasado algo que no había ocurrido nunca. Por encima de la campaña que han hecho los que han tirado de talonario, la de Ahora Madrid ha sido en la que la única moneda ha sido la imaginación, la alegría y la creatividad», agregó la exjueza, de 71 años, recién llegada a la política y que se puso como «reto maravilloso», si finalmente resulta elegida alcaldesa, «seducir» a los votantes del PP para que vean «que el cambio merece la pena». 

La aspirante popular, por su lado, aseguró que se quedará en la oposición si no es regidora y que su partido ha «recibido el mensaje» de los madrileños en las urnas. «Estaré donde los ciudadanos consideren que debo estar», explicó. «Tanto si soy alcaldesa como si hay un pacto que me envía a la oposición, seguiré representando y defendiendo los principios y valores del PP, liberales y conservadores, desde el lugar donde me han puesto», insistió. 

Begoña Villacís, cabeza de lista de Ciudadanos, también celebró su éxito, al superar los 184.000 votos y conseguir que su lista fuera la cuarta más votada y la última en conseguir representación en el Consistorio. Y es que en estas elecciones, dos partidos se han quedado fuera con respecto a 2011: Izquierda Unida (resquebrajada tras los abandonos a última hora) y UPyD salieron del Ayuntamiento capitalino.