I rene Peña Losada puede presumir de haber conseguido la mejor nota en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU- popularmente Selectividad) del distrito de la Universidad de Valladolid -UVA- (Palencia, Segovia, Soria y Valladolid). Su nota final es un 9,89. Recuerda que leyó el examen y descansó, porque «al principio es cuando más nerviosa estás, al no saber cómo va ser. Después ya es hacerlo».
En declaraciones a Diario Palentino se mostró «bastante sorprendida» por la repercusión del hecho. «No me había dado tiempo a terminar de ver las notas y ya llamaron por teléfono para decírmelo. Todo ese día y el siguiente recibí un montón de llamadas de radios y periódicos», comenta. Ese interés por ella dice que lo ha llevado bien, «sin darle más importancia de la que realmente tiene, una buena nota, que está muy bien pero ya está». Su expediente académico mereció otro reconocimiento, y es que cuando terminó la ESO recibió el Premio al Rendimiento Escolar. Si guarda las notas o se acuerda de su primer 10, señala que «deben estar por casa. Desde pequeña saco buenas calificaciones, entonces como que es algo que viene desde siempre», afirma.
Su método de trabajo consiste en llevar las cosas más o menos al día, pero no con unos horarios fijos. «Nunca planificado en una tabla lo que voy a hacer. Preparo las asignaturas como creo puedo ir más desahogada, pero no tengo un esquema fijo para todos los días». Familia, instituto, uno mismo, «todo tiene importancia; en el instituto te han preparado durante todo el curso para cuando te examines y, si no lo hubieran hecho adecuadamente, no habría podido sacar esas notas. También, no es que sea totalmente autodidacta, pero si me planteo que voy sacar esta nota, lo trabajo hasta que veo que llego a ese punto. Mi parte del mérito creo que es esa, que pienso hasta dónde quiero llegar y me esfuerzo hasta donde puedo».
El curso próximo empezará Arquitectura en la Universidad de Valladolid, una carrera por la que se interesó en el instituto y «fue en tercero de la ESO cuando decidí que quería hacerla y desde entonces no he cambiado de idea». Al hablar de arquitectos es Gaudí quien se lleva la palma, «porque me parece de las figuras más originales que ha habido. Lo que me atrae de él es que es complejo estéticamente, tiene un gusto más vivo, más movido que el que quizá se lleva hoy, algo más sobrio».
Sabe que «es normal que Arquitectura lleve más tiempo, porque es bastante dura», pero «todos coinciden en que es una carrera que gusta y, aunque requiere mucho esfuerzo, todos están encantados con ella». Asegura que tiene claro que va tener que trabajar mucho. «Espero que no me defraude, que sea lo que pienso y que me guste».
Irene Peña Losada hasta los cuatro años vivió Palencia, después se desplazó a la localidad de San Cebrián de Campos, donde hizo Educación Infantil, Primaria en Monzón de Campos y los cursos de instituto los vivió en el Virgen de la Calle.
Dibuja desde siempre y la primera vez que se adentró en el mundo de la ilustración fue para el libro que escribió su hermana. Con Asier Aparicio, profesor del IES Virgen de la Calle, ha colaborado dos veces, en Relatos mayores (un texto de ese y un dibujo suyo) y en el cuento Ventolino y el rapto real.
Como opción de futuro, se decanta por la arquitectura frente a la ilustración, porque «la ilustración me gusta, pero cuando dibujo me gusta más ir por libre, ser más autónoma. No lo descarto pero me inclino más por la arquitectura».
El tiempo libre Irene Peña lo dedica a sus dos principales gustos, dibujar y la literatura. Acaba de terminar El señor de los anillos, «algo que suena a tópico, pero tenía ganas de leerlo. Me ha sorprendido porque Tolkien es muy narrador»