Viaje al interior del gigante hídrico

Víctor Guerra
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El ente gestor de la cuenca del Duero y el Consistorio aguilarense ofertan visitas guiadas al interior de la presa de la villa, para conmemorar el 50 aniversario de su puesta en marcha

Vista de la presa con la caseta de maniobras, construida en la última reforma acometida por la 'CHD' - Foto: Víctor Guerra

Toneladas de hormigón, piedra, metal y cientos de millones de metros cúbicos de agua, que junto con historias y anécdotas componen los 50 años de la puesta en funcionamiento de la presa de Aguilar de Campo.

Hay que remontarse a la década de los cincuenta para conocer la historia del alumbramiento de este gigante hídrico palentino, cuando comenzó su construcción el 26 de octubre de  1953. Unas obras que culminaron en septiembre de 1964 con la puestas en funcionamiento de la presa.

A un lado del pantano, cientos de historias sumergidas bajo el agua, al otro la prosperidad y el progreso que supuso su inauguración, para cumplir con la función de regulación de uno de los ríos más caudalosos de esta cuenca hidrográfica, el Pisuerga, y así poder  dominar  sus aguas.

Cerca de 50 metros, desde sus cimientos, y más de 500 metros de longitud cierran el valle, que en otro tiempo fue verde y que hoy se ve sumergido bajo las aguas del río Pisuerga.

Sabemos lo que este embalse de Aguilar supuso a un lado y al otro de esa gran construcción de hormigón, pero muchos se preguntan qué sucede en el interior de la presa.

Para ello, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), en colaboración con la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de la villa norteña, ha puesto en marcha unas visitas guiadas al interior de la presa palentina.

Tras cruzar la verja metálica, podrá adentrarse en el esqueleto de este gigante hídrico aguilarense y saciar todo tipo de curiosidades que el funcionamiento de la  presa norteña le haya podido suscitar.  Así pues, podrá apreciar  de forma clara  una falla, cuyas placas tectónicas fueron las causantes de los últimos temblores terrestres en la zona, y junto a la que brota el agua de la popular fuente de los Cinco Caños, situada junto al embalse.

A través de sus húmedos pasillos podrá conocer la historia de la presa. Desde sus sistemas de medición del agua, los niveles que sirven de guía a los trabajadores de la CHD  para conocer la oscilación de esta infraestructura y los cientos de curiosidades que encierra esta gran construcción hormigonada en su interior.

Del mismo modo y gracias a la explicación de los trabajadores del embalse, conocerá el sistema de compuertas, fundamental para surtir de agua al resto de la cuenca del río Pisuerga. Además, del funcionamiento de la central hidroeléctrica ubicada a los pies de la presa de Aguilar de Campoo y que genera electricidad para la comarca norteña.

Los empleados de la CHD, le acercarán también, de forma didáctica, las últimas obras que se han acometido en el embalse, sobre todo para el mantenimiento de la presa, como la construcción de una toma fija de agua, compuesta por un conducto inundable adosaba al interior de la infraestructura, en su margen izquierda, y cuya desembocadura en el colchón del río Pisuerga supone un particular efecto óptico, que origina una oxigenación del agua de este río, algo que se puede conocer de manera didáctica gracias a las explicaciones de los profesionales y a los paneles visuales situados en el interior de la caseta de maniobras, que sirve  para gestionar este gran conducto hídrico.

EXPOSICIÓN EN EL INTERIOR DE LAS GALERÍAS. A modo de conmemoración de las bodas de oro del embalse de la villa galletera, la CHD  ha instalado en el interior de una de las estancias internas de la presa una muestra de fotográfica, que ilustra desde los primeros cimientos puestos para la construcción del embalse, hasta el resultado de las últimas actuaciones en la presa, acometidas por el ente regulador del Duero.

Así será testigo de la evolución del gigante hídrico, cuya capacidad es cercana a los 250 hectómetros cúbicos y cuya historia cambió a la villa norteña.