El largo litigio que ha sostenido Marta Domínguez en instancias federativas, comités de competición, jurisdicción ordinaria, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y, finalmente, ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), terminó ayer con una sanción de tres años de suspensión y la pérdida de su título mundial de 3.000 obstáculos que logró en Berlín en 2009 y la medalla de plata de los europeos de 2010 conseguida en Barcelona. Cuando la palentina, hasta hace cuatro años considerada la mejor atleta española de todos los tiempos, lleva ya dos temporadas compitiendo como una más entre las corredoras populares, el TAS certificó la pérdida de su reputación, aunque su figura ya estaba en entredicho desde que su nombre apareció relacionado con las ‘operaciones Puerto’ y ‘Galgo’.
El caso de Marta Domínguez desembocó en la Justicia deportiva en mayo de 2014, cuando la IAAF y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) presentaron un recurso contra la decisión de la Federación Española de Atletismo, el 20 de marzo de 2014, de no sancionarla por irregularidades en su pasaporte biológico coincidiendo con el tiempo en que la palentina obtuvo el título mundial de 3.000 metros obstáculos (2009).
En marzo de 2013, la IAAF consideró que los valores de la castellano y leonesa apuntaban a un dopaje sanguíneo continuado y sancionó provisionalmente durante cuatro años a la corredora.
Sin embargo, el Comité de Competición y Jurisdicción de la Federación Española no la halló culpable y, en diciembre de 2013, decidió no condenarla, por lo que las instituciones internacionales recurrieron en abril de 2014 al TAS, cuyo panel, integrado por los árbitros Conny Jörneklint como presidente, Romano Subiotto y Jacques Radoux, resolvieron ayer en contra de la palentina. «Ninguna de las explicaciones ofrecidas por la RFEA o Marta Domínguez fueron suficientes. Por lo tanto, hallamos a la atleta culpable de violar las reglas antidopaje», señaló el fallo del organismo con sede en Lausana.
Mientras la Federación Española reaccionó escuetamente asegurando que «acataba» la sentencia, la IAAF analizó el fallo como una victoria justo en un momento en el que la credibilidad del organismo rector del atletismo se tambalea entre sospechas de corrupción y escándalos de dopaje.
La afectada, por su parte, anunció que recurrirá decisión judicial. «No estamos de acuerdo, vamos a seguir peleando y recurriendo», confirmó el abogado de la atleta, José Rodríguez, quien no descartó acudir al Tribunal Federal Suizo, al Tribunal de Derechos Humanos y a la Unión Europea.
Conserva medallas. Pese a los tres años de sanción, Marta Domínguez conserva las platas en 5.000 metros ganadas en los mundiales al aire libre de Edmonton 2001 y París 2003 y en pista cubierta el oro en Viena 2002 en 3.000 metros, la plata en Birmingham 2007 y los bronces en Estocolmo’96 y Valencia’ 98. También fue bicampeona de Europa de 5.000 en Múnich 2002 y Gotemburgo 2006 y tercera en Budapest’98.
Sin embargo, no es la primera vez que es relacionada con el dopaje. Su casa fue registrada por la Guardia Civil española en 2010 en la ‘operación Galgo’, trama en la que fue imputada por tráfico de sustancias dopantes. Sin embargo, la causa fue archivada y la atleta, que siempre ha negado haberse dopado, resultó absuelta. A principios de 2013, Domínguez fue relacionada durante el juicio de la ‘operación Puerto’ con el doctor Eufemiano Fuentes, del que negó haber sido paciente.