Carolina n. Gómez: «Han sido cuatro años muy difíciles pero estoy satisfecha»

Carlos H. Sanz
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Carolina N. Gómez • Presidenta del Comité de Empresa del Ayuntamiento de Palencia

Carolina N. Gómez se declara firme defensora de la independencia del sindicato al que representa. «Por eso, me resulta más fácil centrarme en la defensa del trabajador, gobierne el partido político que gobierne», puntualiza.  Es una idea en la que insiste varias veces a lo largo de la entrevista: «Lo más importante, para mí y para mis representados, es que yo no hago política, no me gusta la política. Yo hago sindicalismo y tengo los dos conceptos muy bien diferenciados». Y es que los últimos cuatro años han estado marcados por una tensa relación entre el Comité de Empresa que preside y la Concejalía de Personal.
Para quien no lo sepa, ¿cuál es el trabajo del Comité de Empresa y a cuántos trabajadores representa?
El trabajo del Comité de Empresa es defender y velar por los derechos del personal laboral. En el Comité hemos defendido por encima de todo los derechos colectivos y no hemos estado a favor de los intereses individuales. Defendemos los derechos, no los intereses.
En la actualidad somos un total de 268 trabajadores laborales. En el Ayuntamiento, existen dos regímenes jurídicos distintos: personal laboral y personal funcionario. Esto hace un poco complicado representar a los compañeros debidamente, ya que cada uno se rige por legislación distinta. Es algo complicado y lo que se hace en el Ayuntamiento es tratar de hacer extensivos los derechos de unos a otros para que no haya desigualdades. 
El Comité de Empresa del Ayuntamiento de Palencia pone punto y final a cuatro años de trabajo. ¿Qué balance hace?
Hace 4 años la verdad es que no pensé que me podía sentir tan satisfecha con el trabajo que se ha realizado desde el Comité de Empresa. Han sido cuatro años difíciles debido a la crisis económica que nos ha tocado vivir a todos pero estoy satisfecha.
En esta legislatura empezamos con mucha ilusión aunque no puedo negar que ha habido momentos muy duros, más cuando ves que a tus compañeros les quitan derechos consolidados.
El Gobierno Central ha sacado decretos y leyes que han perjudicado mucho a los empleados públicos, las cuales hemos tenido que estudiar con detenimiento y en algún caso como fue quitar la paga extra al personal de las Administraciones Públicas, CSI·F entendió que se estaban vulnerando los derechos de los trabajadores. 
En Palencia hubo la primera sentencia ganada por CSI·F según la cual nos tuvieron que devolver el 25% de lo que nos quitaron. La satisfacción de ver cómo las personas a las que representas recuperan parte de un derecho detraído, es lo más gratificante del trabajo sindical.
En el Ayuntamiento también se ganó mediante conflicto colectivo en el Juzgado de lo Social un concepto retributivo que nos habían congelado y dejado sin efecto como es el de la carrera profesional. Para nosotros fue todo un reto y tratamos de negociar el pago y el reconocimiento del mismo de todas las maneras posibles.
Parte de la sociedad tiene un mal concepto del sindicalista que quizá les ha alejado de algunos trabajadores
Yo trabajo mi jornada y solamente suelo coger horas cuando me convocan a las reuniones del Ayuntamiento o para las reuniones del Comité de Empresa que presido. La mayor parte del trabajo sindical lo hago fuera de la jornada laboral, por la tarde e incluso hasta altas horas de la madrugada.
Soy muy perfeccionista y si, por ejemplo, hay que hacer una previa al Juzgado, siempre me aseguro de que esté hecha lo mejor posible y ajustada a Ley.
Creo, sinceramente, que ese mal concepto no se me puede aplica. Me implico mucho en cada caso que me llega de forma individualizada, y si veo que no se ajusta a ley, no dudo en informar al compañero, de que es un tema en el que no puedo ayudarle. Un sindicalista está para asesorar, no para dar ilusiones.
Sus relaciones con la responsable de Personal, Paloma Rivero Ortega, no han sido buenas. ¿A qué se ha debido?
Como ya he dicho, empezamos esta legislatura con mucha ilusión, yo creo que por ambas partes, tanto por la representación sindical como por el equipo de Gobierno.
Los trabajadores entendimos que estábamos viviendo tiempos difíciles y que teníamos que ser flexibles. Al principio renunciamos voluntariamente a algunos derechos, pero esa ilusión se fue esfumando cuando la concejala de Personal parecía querer ser la pionera en aplicarnos Decretos del Gobierno Central sin apenas negociación. 
No quería ni oír que estaba interpretando la ley bajo su punto de vista. A partir de ahí, los desencuentros fueron en aumento, siempre por los mismos motivos, y se terminaron judicializando casi todos los temas.
Esta actitud me parecía autoritaria y poco democrática, pero no por parte de Paloma, sino por parte del alcalde, Alfonso Polanco, que al fin y al cabo es quien tiene que dirigir el Ayuntamiento y el último responsable de lo que pasa en él.
¿Cuáles fueron los principales desencuentros?
Primero intentaron privatizar el Cementerio y externalizar su personal, algo que iba contra el Convenio Colectivo. Y, luego, llegó el tema de la paga extra y los conflictos fueron en aumento.
Recuerdo que ningún sindicato estaba convencido de mi principal objeción en el tema de la paga extra: los trabajadores iban a perder otra vez poder adquisitivo y no estaba clara la aplicación de la Ley que se hizo. Mi argumento, después de estudiar a fondo el famoso Real Decreto 20/2012, era que nos habían quitado más cantidad retributiva de lo que decía en ese Decreto. El resto ya se sabe, el tema acabó en el Juzgado, primero en la Diputación y luego en el Ayuntamiento, con sentencias todas a favor. 
A partir de ahí los desencuentros fueron creciendo. También contribuye que no apoyo las libres designaciones, lo que llamamos puestos a dedo, y que no comparto que se suban sueldos de manera individual, que es lo que se hizo con los jefes de Policía Local y Bomberos. 
Otro tema que nos llevó a un enfrentamiento de mucha importancia fue la carrera profesional, y otra vez el Juzgado nos dio la razón. Creo que no ha habido voluntad política de velar por los derechos de los trabajadores, que es lo que yo defiendo.
¿Cuáles son los retos o metas que se deben afrontar en el próximo mandato?
A nivel de sindicato, CSI·F solo firmará un nuevo acuerdo-convenio si contiene un compromiso presupuestario, exigiendo cubrir todas las vacantes contempladas en la Relación de Puestos de Trabajo. Esto es bueno para el Ayuntamiento y bueno para los palentinos, que verán abierta una oferta de empleo ahora casi inexistente. 
Los contratos que se hacen son muy precarios y hay que apostar por el empleo estable. También exigiremos la devolución total de las retribuciones y derechos perdidos en los últimos años. 
Por otra parte, hay que negociar fórmulas de consolidación de empleo, revisar los complementos específicos, los niveles de cada puesto, etc. Hay mucho trabajo por delante y hay puestos que están muy poco reconocidos acorde a las funciones que los trabajadores realizan.
También apostamos por unos servicios públicos y de calidad, por lo tanto, seguiremos pidiendo que vuelvan a ser municipales algunos que se externalizaron como puede ser la limpieza de jardines, con el que se movía una bolsa de empleo importante al año y las labores eran asumidas por personal municipal.