Si hacía falta alguna evidencia más, los últimos partidos de la selección española pusieron de relieve la pérdida de un gran emblema para el Barcelona: el valor sentimental y futbolístico de su cantera. Son malos tiempos para La Masia, el lugar donde el club azulgrana intenta producir estrellas. Quedan muy atrás aquellos años gloriosos en los que el Camp Nou se identificaba plenamente con un combinado lleno de muchachos formados en sus divisiones inferiores. Era un signo de identidad del que presumir.
Sin embargo, el partido internacional del pasado martes expuso una dura realidad para los culés. España goleó 6-0 a Croacia con un equipo que en la segunda parte no contó con ningún futbolista del Barça sobre el césped, algo que no sucedía desde 2006. Siete años después, en 2013 y con Vicente del Bosque en el banquillo, la Roja jugó un amistoso ante Uruguay con nueve futbolistas del cuadro catalán en el once.
La afición blaugrana todavía rememora cuando en 2012, con el fallecido Tito Vilanova como entrenador, el bloque catalán logró un histórico hito al alinear un equipo formado íntegramente por futbolistas de la cantera: Víctor Valdés; Martín Montoya, Gerard Piqué, Carles Puyol, Jordi Alba; Xavi, Sergio Busquets, Cesc; Pedro, Messi y Andrés Iniesta.
Un lustro más tarde, aquello parece solo un bonito recuerdo. La pasada campaña, por ejemplo, el conjunto culé llegó a saltar al campo sin futbolistas de la cantera por primera vez en 16 años. Algo que es probable que se repita mañana en Anoeta. En un choque que sigue a las ‘fechas FIFA’, las rotaciones parecen obligadas y el técnico azulgrana, Ernesto Valverde, podría alinear a sus cuatro incorporaciones: Clement Lenglet, Arturo Vidal, Arthur y Malcom. Todos ellos traídos desde más allá de La Masia.