N o era San Isidro, patrono de la localidad, pero ayer en Valdespina era día de fiesta. Un gran ambiente para un pueblo de menos de 100 habitantes censados, con una plaza en la que era difícil hacerse un hueco. El motivo no era otro que la II Carrera Torre de Valdespina y los más de 250 participantes (con dorsal) en la categoría general.

La inscripción en la prueba tenía un precio de 5 euros hasta el pasado viernes y de 8 en la línea de salida. «Han sido cerca de 50 los que se han inscrito ahora mismo», indicaron en el puesto de control. Todo lo recaudado con los dorsales y con lo depositado en la urna del dorsal cero (para los que querían contribuir sin correr) irá destinado a la gran empresa que desde 2012 persigue esta localidad, impulsados por la Asociación Cultural la Torre de Valdespina: levantar de nuevo el campanario de la iglesia de San Esteban, que se derrumbó en agosto de aquel año.

«Para San Isidro queremos ponernos en marcha y hacer el estudio geotécnico para saber dónde se puede anclar la estructura que queremos poner. Lo siguiente es levantarla, abrazando la base de la torre que quedó en pie», explica Emilio Diez, miembro de la asociación y de la Corporación de Amusco, Ayuntamiento al que pertenece Valdespina. Esa primera fase de la construcción podría comenzar después del verano. «Ahora tenemos unos 12.000 euros. Más lo que consigamos con la carrera y lo que nos entre de la renovación de cuotas en verano, podremos emprenderla, puesto que estimamos que esa estructura, que llegará hasta la altura actual del tejado, cueste unos 15.000».

En cuanto al trail de casi ocho kilómetros con subida al páramo y 60 metros de desnivel, decir que la victoria en la categoría masculina fue para Carlos Vallejera. En la femenina, venció Lucía Santos. Unos 70 niños también participaron en las carreras infantiles, con lo que más de 300 corredores se dieron cita en esta pequeña localidad.?