Una casa abierta a la fraternidad

Laura Burón / Palencia
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En el Día de las Personas Sin Techo, el Centro de Acogida de 'Cáritas' celebró una jornada de puertas abiertas y una eucaristía para dar visibilidad a este colectivo

Coincidiendo con la celebración del Día de las Personas Sin Hogar, el Centro de Acogida de Cáritas en Palencia celebró una jornada de puertas abiertas con la finalidad de dar visibilidad a este colectivo y mostrar las instalaciones de este centro en la capital.

Así, en la mañana de ayer se celebró una eucaristía en las propias instalaciones del centro que estuvo presidida por el administrador diocesano Antonio Gómez Cantero. En la misa se invitó a los palentinos a en una jornada tan significativa y marcada, contemplar a los más necesitados de la sociedad, por lo que este culto religioso también tenía como finalidad principal permitir a los asistentes estar en comunión con Dios.

Además, también se quiso dejar claro que el centro de transeúntes es una «casa abierta a la acogida, la atención y la fraternidad» y una demostración en forma de respuesta al amor que Dios tiene a todas las personas.

En la eucaristía, a la que asistieron el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia, Luis Domingo, y la diputada provincial  y concejal en el Ayuntamiento de Palencia, Carmen Fernández, reunió a un buen número de fieles en el salón de actos equipado para esta eucaristía y que contó con la presencia de un coro que entonó varias canciones durante la misma.

Inicio del adviento. Por su parte, el administrador diocesano, Antonio Gómez Cantero, recordó en su homilía que ayer era el primer domingo de Adviento y, por tanto, restan cuatro semanas para la celebración de Navidad. Por este motivo, quiso hablar de cómo José y María se dirigieron hacia Belén sabiendo que no tenían donde cobijarse, que iban a quedarse a la intemperie y no sabían bien que es lo que iba a ocurrir tras el alumbramiento de Jesús. «Solo las gentes más humildes sabían que algo importante iba a pasar».

Cantero afirmó que el adviento es «tiempo de cambio en el corazón» y conminó a los presentes a ser humildes y sencillos, ya que «la soberbios y altaneros no verán la llegada de Dios».

El administrador diocesano insistió en que «debemos estar vigilantes, atentos y espabilar» para luego explicar que el calificativo espabilado es una palabra que proviene de cuando no existía la luz eléctrica y había que preparar el pábilo de las lámparas para cuando llegara la oscuridad, estableciendo así un símil. También quiso hacer especial hincapié en la necesidad de «vivir en sencillez y buscar equilibrio» y en la importancia de la resurrección como significado de «ponerse en pie y levantar la cabeza ante cualquier actitud adversa».

Tras la misa los asistentes a la jornada de puertas abiertas pudieron disfrutar de un vino español en el mismo Centro de Acogida y visitas las distintas estancias de las que consta este edificio.