El CB Palencia tiene su propia colección de cromos

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El CB Palencia tiene su propia colección de cromos

Los niños y jóvenes del Club Baloncesto Palencia, un humilde club de cantera, con el objetivo principal de llevar el baloncesto a todos los palentinos, ahora se sienten como estrellas del básket al tener su propia colección oficial de cromos de la liga 2014/15.

La colección se compone de 520 cromos, entre jugadores y entrenadores de los 30 equipos que forman el club. Desde la primera plantilla del equipo senior que milita en  Primera División hasta las categorías de base con niños de 6 años.

Ya son varios los clubes que han tomado esta iniciativa de colecciones personalizadas que sirven para hacer club y que todos sus jugadores se conozcan, además de ser una buena manera de tener unos pequeños ingresos extras, que vienen muy bien a estos clubs, en los tiempos que corren. El año pasado el pionero fue el CDSan Juanillo, uno de los clubes, junto al CBPalencia y al Puentecillas de atletismo, que mayor número de deportistas tiene.

Pero sobre todo es una ilusión increíble para los chichos y chicas del club, que se ven en los cromos como estrellas del baloncesto. Es digno de ver, tanto niños pequeños como los más mayores, cómo se les ilumina la cara al abrir un sobre y verse en el cromo o ver a sus amigos, cómo quedan para cambiar en el vestuario, antes y después de los entrenamientos, en los recreos y en el autobús de los desplazamientos.

Impresionante ha sido la acogida que ha tenido la colección del CB Palencia, dado que en los dos primeros días se vendieron 4000 sobres de 10 cromos cada uno. La a friolera de 40.000 cromos en una ciudad de 80.000 habitantes.

En la primera quincena ya se han completado más de 15 colecciones y se ha hecho una quedada cambia-cromos, donde el éxito de público rebasó cualquier previsión. El bar del Pabellón del Campo de la Juventud se llenó de padres, madres, abuelos, abuelas y jugadores ansiosos por cambiar cromos e intentar acabar la cole.

Parece mentira, pero los padres y madres y abuelos tienen casi más ilusión que los chicos, recordando su infancia y volviendo a la Plaza Mayor los domingos a cambiar cromos. Todo un boom, una gran iniciativa que ha calado en todos sus componentes, haciendo de esta colección un recuerdo inolvidable para todos.