Retirada la comida en mal estado de siete centros educativos de Palencia

diariopalentino.es
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En la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León asegura que no se llegaron a emplatar estos alimentos, por lo que el protocolo de seguridad funcionó, aunque pedirán explicaciones a la empresa concesionaria

Comisiones Obreras denunció ayer nuevos problemas en los comedores de centros educativos, en este caso los detectados en siete colegios, cinco de la capital y dos de la provincia. El viernes se retiró la comida para ese día sustituyéndola por la prevista para el lunes «porque se encontraba en mal estado», según explicó la responsable de la Federación de Educación de CCOO en Palencia, Monserrat del Val.

Las Direcciones de los centros afectados (cinco de la capital, entre ellos, Sofía Tartilán, Padre Claret, Juan Mena y Marqués de Santillana, Vegarredonda de Guardo y Villalobón) «dieron la voz de alarma a la empresa que ordenó que se sirviera la del lunes».

Según la información facilitada por la responsable de Comisiones Obreras, la comida que presentaba alguna anomalía era en unos centros puré que, al parecer, estaba ácido, y en otros unas alubias que estaban hinchadas.

La adjudicataria de este servicio en los colegios palentinos, Serunión-Grupo Lince Asprona, es la misma que suministraba a centros educativos de la provincia de Segovia hasta que la pasada semana se detectó una tuerca metálica en uno de los platos y la Junta de Castilla y León decidió rescindirle el contrato.

Comisiones Obreras solicita a la  Administración Regional que rescinda todos los contratos que tiene con Serunión porque considera que los hechos sucedidos «suponen un incumplimiento muy grave de las obligaciones de la empresa, y son motivo para la resolución legal del contrato, de acuerdo con lo previsto en el pliego de cláusulas administrativas y en la propia Ley de Contratos del Sector Público».

«Dicha rescisión del contrato debe extenderse a todas las concesiones de la Región sin que haya que esperar a que nuevos casos sigan extendiendo la alarma social entre los usuarios del servicio», añade.

El sindicato insiste en que la bajada de calidad de los comedores escolares «se inició con su privatización, al traspasar la gestión a empresas que buscan aumentar beneficios a costa de reducir costes, utilizando para ello un sistema de catering que deteriora las cualidades nutricionales de dichos alimentos».

Considera que la pérdida de calidad no está relacionada con los recortes de gasto público porque a pesar de haber disminuido el número de becas, haber aumentado el precio que pagan los usuarios, que sitúan a Castilla y León como la cuarta Comunidad con los comedores más caros, y bajado el número de usuarios, el presupuesto de la Junta para comedores ha crecido en torno al millón de euros, argumenta el sindicato. «La diferencia ha ido, pues, a beneficios de las concesionarias», sentencia.

Montserrat del Val asegura que los menús para los comedores escolares llegan con mucha antelación a los centros procedentes de Zaragoza por lo que, apostilla, «no resulta extraño que se deterioren». Agrega que no es la primera vez que ocurre, aunque, en esta ocasión, los responsables del servicio de comedor han decidido denunciarlo.

RESPUESTA DE LA JUNTA. Por su parte, desde la Consejería de Educación de la Junta de Castilla  y León aseguran que se actuó bien en los casos detectados en los centros de Palencia. «Los protocolos de seguridad han funcionado perfectamente puesto que se ha sustituido una comida por otra y en ningún momento ha llegado un plato a un niño, es más, no se llegó ni a emplatar», afirman desde la Consejería.

También aclaran que se pedirá explicaciones a la empresa concesionaria del servicio de comedor de estos centros «para saber qué ha sucedido para que se retirara la comida».

En cualquier caso, recuerdan que el caso de Palencia no tiene que ver con lo sucedido en Segovia. «Se rescindió el contrato por la aparición de la tuerca», comentan. No es menos cierto que en otros centros segovianos se detectaron anomalías de sabor y textura en un puré de hortalizas, si bien estaba dentro de lo normal, según se explica desde la Consejería.