¿Quién era el colista?

diariopalentino.es
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0 BECERRIL

Rubén

Riki

Isma

Sierra

Dani (A)

Calleja

(67’ Merino)

Álvaro (A)

Sergio

Pelayo

(80’ Raúl)

Melero

Bello

(67’ Niche)

 

0 ZAMORA

Rodri

Álvaro

Raúl Álvarez

Andoni (TR 29’)

Carlos Valverde (A)

Peli

Koke

Nacho Huertas

Rubén Moreno

(80’ Vilches)

David Álvarez (A)

(75’ Manu Moreira)

Nata

(46’ Josema)

 

arbitro

Pablo Arias Rodríguez, asistido por Mallo Fernández y Lera Pérez, leonés. No demostró ser uno de los colegiados aspirantes a subir a Segunda División B. Se le reclamó un gol de Bello que posiblemente sobrepasó la línea de gol.

campo

Mariano Haro. Menos público del habitual, pese a la visita del líder. Influyó que no había nada en juego,  las Comuniones y el puente. Terreno de juego en buenas condiciones y tarde primaveral. El habitual sorteo fue a parar a la familia Sierra García, padres del jugador local Rubén Sierra, donándolo al club morado.

próximo rival

El conjunto morado deberá rendir visita al terreno de juego del Ciudad Rodrigo, que se juega media permanencia en la categoría. Será el próximo domingo, a las siete de la tarde.

 

Cierto es que el Zamora, ya campeón matemático de la categoría, vino a Becerril a pasar la tarde y que le hubiese cundido más haberse pasado por San Pedro Cultural que por el Mariano Haro, pero no lo es menos que, por mucho que no se jugase nada, un club histórico como el Zamora no puede dar esa pobre imagen. El desacierto del Becerril provocó que no se fuese de la provincia de Palencia (donde no ha ganado un partido en toda la temporada) incluso con una goleada. No es buena señal para un equipo que en tres semanas se juega el ascenso a Segunda B desactivarse de esta manera, porque luego cuesta recuperar el ritmo.

El Becerril, que sí tuvo amor propio, aunque tampoco nada se jugase, salió muy suelto, sin presión, jugando un fútbol alegre, dinámico, superando en todas las líneas a un Zamora irreconocible, incapaz de llevarse un balón dividido, desaparecido en ataque y en defensa. Una y otra vez se producían llegadas y ocasiones sobre el marco visitante, destacando, entre otras, el lanzamiento al palo de Bello, el remate de Sergio fuera con el portal vacío tras falta lanzada por Calleja y rechace de Rodri, y el enorme voleón desde fuera del área de Pelayo. Viendo cómo se estaba desarrollando el choque, era difícil adivinar quién era el colista y quién el líder.

Rubén era un espectador más. En defensa, el cuarteto Riki, Sierra, Dani e Isma anulaba todos los intentos de los puntas rojiblancos, con el lateral derecho muy incisivo en estos primeros compases. Calleja y Sergio dominaban la medular, con los extremos Álvaro, y Bello haciendo mucho daño por las bandas y Pelayo muy activo hasta que las fuerzas le acompañaron. Melero, en su posición de falso nueve, traía en jaque a la cobertura zamorana.

Curiosamente, la expulsión del central Andoni por una patada a destiempo a Melero, le perjudicó más al Becerril que al Zamora. Con uno menos, el cuadro rojiblanco se metió un poco más en el partido, juntó líneas y hasta ganó un poco en intensidad, no mucho.

Tras el descanso, de hecho, fue el que intentaba llevar a base de posesión el control del partido, pero sus ocasiones, salvo un par de acciones a balón parado, eran muy contadas. Mientras tanto, el Becerril, sin realizar el brillante juego de los treinta primeros minutos, era el que seguía generando mucho más peligro de gol, desperdiciando oportunidades muy claras. A los cinco minutos de la reanudación, Pelayo realizaba una gran jugada pegado a la línea de fondo, dando un pase de la muerte que no supo aprovechar Bello. O sí, porque el balón posiblemente llegase a pasar la línea de meta, aunque el asistente no lo interpretase de esa forma.

Hernando arriesgó más con la entrada de Niche y Merino, pasando a un claro 4-3-3, pasando a la posición de volante Melero, junto a Sergio y Pelayo (posteriormente Raúl). Niche, instantes después de entrar al campo, tuvo un claro uno contra uno frente al portero zamorano, pero se precipitó disparando, además mordido, desde fuera del área cuando tenía terreno por delante. Raúl, en el minuto 80, remataba de cabeza por encima del larguero tras un saque de esquina, con toda la puerta vacía tras salida en falso del portero visitante, que en otro mano a mano con Niche, en esta ocasión menos limpio que el anterior, salvó el gol. Un tanto que pudo llegar en el descuento en un espectacular disparo desde 30 metros de Dani que se colaba por la escuadra, realizando un paradón Rodri. Hubiese sido, sin duda, el gol del año, y el justo premio a un Becerril que fue muy superior al líder en todo, salvo en el marcador.

Posiblemente, fue el mejor partido del cuadro morado de la temporada, pero una vez más adoleció de acierto rematador. Ese ha sido, sin duda, el talón de aquiles, de los de Hernando en esta temporada y ayer se puso de manifiesto. Jugaron como nunca y empataron como siempre. Así ha sido el sino de un Becerril que ya esta en Primera Regional, pero que se irá con la cabeza muy alta.