30 colectivos defienden los centros de educación especial

SPC
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Las asociaciones califican de «cantos de sirena» el plan del Ministerio de adaptar los colegios para incluir a estos alumnos y piden una educación «transversal» que ofrezca respuestas a cada caso

Imagen de la presentación de la plataforma ‘Escuela Inclusiva Sí, Especial También’, celebrada ayer en Valladolid. - Foto: Leticia Pérez (Ical)

Una treintena de asociaciones de dependencia y enfermedades raras y asociaciones de madres y padres de alumnos de Castilla y León calificaron ayer de «cantos de sirena» la adaptación de los colegios ordinarios para la inclusión de los alumnos que, en la actualidad, están escolarizados en centros de educación especial. No en vano, aseguraron que supondría un «ingente» aumento de medios humanos y técnicos, con el consiguiente aumento de gasto. Además, subrayaron que estos son «agentes activos» de la inclusión de una manera «no forzada» y acorde con las características propias de cada uno.

Entidades de la Comunidad que se sumaron a la Plataforma nacional ‘Educación Inclusiva, Sí. Especial También’, que ya aúna a 88 asociaciones en toda España y se opone al cierre de los centros de educación especial, a raíz del anuncio en diciembre de la ministra de Educación, Isabel Celaá, para convertir los centros de educación especial en colegios sectoriales de apoyo a la inclusión. Castilla y León cuenta, según los últimos datos disponibles por el Ministerio de Educación correspondiente al curso 2016-2017, con 1.319 alumnos en educación especial.

Las ampas y los responsables de las asociaciones consideraron que evitar la segregación educativa no consiste en conformar aulas donde converjan las distintas necesidades sino reforzar una educación «transversal» que contempla las diferentes necesidades educativas y ofrezca respuestas adecuadas a cada caso. Respuestas que pasan, en su opinión, en contar con un proyecto educativo propio y recursos específicos en función de la discapacidad, sin olvidar que deben prevalecer los avances formativos sobre el tiempo necesario, tal y como apuntó el representante de la Plataforma, Mariano Luis.

Demandas que corroboraron algunos padres de niños con discapacidad con sus testimonios, como por ejemplo María José Bergaz (Ampa del Centro de Educación Especial de Valladolid) y María Jiménez (Ampa del San Juan de Dios en Valladolid). Ambas destacaron que la inclusión es más sencilla en centros de educación especial, donde los menores no sufren segregación porque los profesionales trabajan sus necesidades. «Hay gente que quiere discapacitar a nuestros hijos porque la educación especial es un medio para que los niños aprendan a vivir en sociedad y mejoren en su formación», señalaron.

No en vano, apuntaron que son centros con un itinerario académico adecuado, entornos reducidos y ratios muy bajas de alumnos con profesionales cualificados que diseñan una adaptación curricular, materiales personalizados y realizan un seguimiento.