Sorprende Guillermo Hermoso en el cierre de Feria

SPC
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El joven rejoneador muestra buenas maneras en la última corrida del abono malagueño en la que su padre, Pablo Hermoso de Mendoza, y Lea Vicens se llevan un trofeo

Se cerró la feria de Málaga con un festejo de rejones descafeinado por las imposiciones de la figura de turno, Pablo Hermoso de Mendoza. El navarro en su afán por proteger la carrera de su hijo Guillermo considera que anunciarle con él en estos festejos mixtos es beneficioso para su crecimiento como rejoneador. Él sabrá. Poco se puede decir de las decisiones de un padre. Sí se puede decir de las de una figura, que priva a los espectadores de ver una terna de 'iguales' entre los que exista rivalidad para meter a un chaval que está empezando y que debería enfrentarse a los jóvenes rejoneadores que también están buscando su hueco en la élite. Una línea de actuación errónea que está manchado la gloriosa carrera de quien ha marcado el paso en este arte durante los últimos lustros. A veces, una retirada a tiempo es una victoria.

Curiosamente, el novel, el que ni siquiera ha tomado la alternativa, fue el que mejor estuvo de este broche al interesante abono malacitano que, por desgracia, no fue de oro. Guillermo Hermoso de Mendoza sorprendió por sus buenas maneras y su intento de hacer bien las cosas, con temple, y por derecho. Cuenta, además, con una cuadra 'heredada' de excepción. Poca broma con caballos como 'Ícaro', 'Disparate' o 'Pirata', que han sido santo y seña de la cuadra de su padre durante varias temporadas. Lástima de rejón de muerte y descabello que le impidieron cortar trofeos.

Entre Pablo Hermoso y Lea Vicens hubo, en términos futbolísticos, un 'empate' a trofeos. El navarro basó su éxito ante el primero en 'Berlín', un cabello de expresión muy torera que se deja llegar a los toros y que tiene el temple por bandera en sus movimientos. No estuvo bien el de Estella ante el cuarto, firmando una actuación aburrida y sin calado en los tendidos ante un noble, pero soso de Fermín Bohórquez. Dos condiciones, la nobleza y la escasa transimisión, que se repitieron en todos los astados del festejo.

Lea Vicens se ganó al público de La Malagueta desde el paseíllo. Valiosa cualidad que le abre las puertas del triunfo allá por donde se anuncia. A pesar de sus imprecisiones, que las tuvo y en exceso, a punto estuvo de abrir la Puerta Grande en el quinto. La gente pidió con fuerza la segunda oreja, pero la presidenta mantuvo la seriedad de una plaza de primera como Málaga.

 

FICHA TÉCNICA

Plaza de toros de Málaga. Domingo 19 de agosto. Festejo mixto de rejones. Algo más de media plaza.

Se lidiaron cuatros toros y dos novillos de Fermín Bohórquez, reglamentariamente despuntados para rejones, desiguales de presenación y de escaso juego, pese a su nobleza, en general,

Pablo Hermoso de Mendoza, con chaquetilla azul pavo y plata, rejonazo fulminante (oreja); rejonazo arriba tras cuatro pinchazos (silencio).

Lea Vicens, con chaquetilla gris plomo, rejonazo trasero y descabello (vuelta), rejonazo trasero (oreja y dos vueltas).

Guillermo Hermoso de Mendoza, con chaquetilla nazareno y oro; bajonazo trasero, tres pinchazos y cuatro descabellos (ovación); rejonazo caído y trasero y cinco descabellos (silencio tras aviso