En medio de una disputa entre Malta e Italia sobre quién debe acoger a 177 migrantes rescatados en el Mediterráneo por la Guardia Costera italiana, el ministro del Interior transalpino, Matteo Salvini, amenazó ayer con devolver a refugiados a Libia si otros países europeos no se ofrecen a recibirlos.  

«O Europa decide ayudar realmente a Italia en casos concretos, por ejemplo empezando por los 180 inmigrantes del barco Diciotti, o nos veremos forzados a hacer algo que frene el negocio de los traficantes», indicó el político ultraderechista en un comunicado. 

«Esto significa, escoltar de vuelta a un puerto libio a las personas pilladas en el mar», añadió. La Unión Europea y la ONU han insistido en que devolver a los migrantes a Libia, donde pueden sufrir abusos y torturas, sería una violación del derecho internacional.  

El Diciotti, una unidad de la Guardia Costera italiana, rescató el pasado jueves a 190 de un barco que atravesaba aguas maltesas.  

Trece personas que necesitaban asistencia médica urgente fueron trasladadas a la isla italiana de Lampedusa. Roma insiste en que el Diciotti debería desembarcar a los 177 migrantes restantes en Malta, que denegó el permiso para ello.  

El comportamiento de Malta «merece sanciones», tuiteó el ministro italiano de Transportes, Danilo Toninelli. Además, llamó a Bruselas a «dar un paso al frente» y lograr que los migrantes sean redistribuidos entre varios países de la UE, ya que si no, el organismo «no tiene razón de ser».  

Por su parte, el titular de Interior de Malta, Micheal Farruggia, respondió que «la única solución definitiva es desembarcar a los migrantes en Lampedusa o en otro puerto italiano».