Con tibieza y 48 horas después. Así respondió el Gobierno a las polémicas palabras, un llamamiento a enfrentar al «injusto» Estado español, pronunciadas por el líder de la Generalitat, Quim Torra, a las puertas de la cárcel de Lledoners justo el día que se cumplía el primer aniversario de los atentados del 17-A. Una reacción exculpatoria que llegó en boca de la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, que señaló que con una «frase inaceptable no se ataca al Estado».

Y es que, como recordó, a la nación se le agrede con hechos y no con discursos, insistiendo, no obstante, en que «el Gobierno sabe en tiempo y en forma cuáles son sus obligaciones constitucionales».

Durante una concentración independentista convocada el pasado viernes por la ANC y Òmnium frente a la cárcel de Lledoners, en Barcelona, Torra afirmó que el Govern lidera la «lucha por una causa justa, por un país que lucha por la democracia y la libertad» e instó a «atacar» al Estado español, que calificó de «injusto».

Por ello, Calvo, en una visita al Museo Íbero de Jaén y tras dos días en los que la oposición reclamaba un reacción por parte del Gabinete de Pedro Sánchez, pidió «a las derechas españolas que están en un discurso radical inentendible que le hagan oposición al Gobierno, pero que no se la hagan a España y a los problemas que tiene el país», al tiempo que mostró su preocupación por la «inactividad del Parlamento de Cataluña».