Quijano se marca el objetivo de debutar con picadores

O. H.
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Dejarán la cabecera de los erales para que puedan convertirse en utreros, listos para ser picados. Ya tiene apalabrada una novillada en San Antolín

La ganadería de Concepción Quijano es relativamente joven, con menos de una década de implantación. Pero ya piensa en dar el paso de debutar en el mundo taurino en una novillada picada, el penúltimo escalón de los toros y el inmediatamente anterior a las corridas.

«Para el año 2020 queremos debutar con picadores», aseguraron casi al alimón Concepción Quijano y su marido Jesús Caminero, hijo del también ganadero de reses bravas Simón Caminero. Para ello, de la camada que herraron el pasado año, y que en este 2019 serán erales, «reservaremos la cabecera, los más grandes, más bonitos, para que lleguen a ser utreros y ser picados», explican entre hierro y hierro.

El pasado año, toda la cría salió como erales, recordó Jesús Caminero, al tiempo que confirmó que, como en años anteriores, ya tienen apalabrada una novillada para la feria de San Antolín. En estos últimos años, la ganadería palentina ha sido la encargada de poner sobre el albero los animales a los que tenían que enfrentarse los novilleros de las clases prácticas y concursos de las escuelas taurinas, con resultados notables y con un buen comportamiento en general de los astados.

Respecto al futuro, «ahora mismo tenemos ya listas las vacas de las parideras». De hecho, la intención ayer, tras acabar el herrado de las 40 reses, era recorrer con los visitantes la finca para que pudieran conocerla por completo y también para que pudieran observar a las vacas de cría.