70 años con 'Facundo'

diariopalentino.es
-

70 años con 'Facundo'

El 26 de noviembre de 1944 nacía Facundo Blanco, una de las empresas referente en el  mercado español de frutos secos y aperitivos y que ahora cumple setenta años.

Nace en los duros años de la posguerra, años en los que no había televisión y sólo los más privilegiados tenían teléfono.  Años en los que la memoria de la guerra estaba muy presente, pero también el deseo de mirar hacia delante.

Corría el año 1944, cuando un recién estrenado matrimonio, Lola y Facundo, naturales de Villada, comenzaron su andadura tostando cacahuetes y avellanas en el interior de la trastienda de ultramarinos.

Así crearon una empresa familiar dedicada a la fabricación y venta de frutos secos, con un crédito inicial de 90.000 pesetas.

Ambos vislumbraron un nicho de mercado en la escasez de alimentación de libre comercio que España sufría durante la posguerra, en la que los frutos secos, y especialmente las pipas de girasol, permanecían sin restricciones.

No podemos negar que los inicios fueron difíciles para Facundo. Su principal lema era trabajo y honradez, lema que siempre transmitieron con su ejemplo. «El mayor negocio es el de ser honrado,  porque al serlo, tus proveedores, tu banco, tus clientes y tus consumidores se dan cuenta de ello y no te olvidarán nunca», así sentía y hablaba su fundador.

Gradualmente formaron un equipo de personas trabajadoras, leales y solidarias; gente sencilla, hombres y mujeres de campo que sentían la empresa como propia.

Tanto Facundo como Lola, siempre estaban ideando cosas nuevas. Facundo fue pionera en tostar pipas de girasol por el sistema de aguasal, en vez de salarlas con sal y secar sin tostar poniéndolas al sol, como hasta entonces se hacía.

También fue pionera en el uso del polietileno para envasar el producto terminado, en vez de los famosos sacos de yute, y compró la primera máquina envasadora automática partiendo de una bobina y dosificando la cantidad con unos vasos volumétricos.

Además Facundo fue todo un visionario en el ámbito del márketing, cuando ni siquiera se conocía bien el significado de esa palabra. Un ejemplo de ello fue poner la ubicación de publicidad exterior en sus vehículos de reparto.

logotipo. El primer logotipo de la empresa villadina, todavía hoy vigente, se constituye aprovechando la alegoría de dar en el Blanco, dar en la Diana (como sinónimo de acertar) relacionándolo con la coincidencia del nombre y apellido del fundador de la empresa: Facundo Blanco.

El atrevimiento de crear un toro filósofo es para hacerle hablar en el momento de la muerte con una clara y contundente reflexión: Siento dejar este mundo sin probar Pipas Facundo.

La Familia Facundo crecía no sólo con el nacimiento de sus hijos y nietos, sino con cada persona que se incorporaba a la empresa. Cualquier problema de los trabajadores se intentaba remediar entre todos.

Se ejercía un paternalismo de auténtico sentimiento, nunca como política o como estrategia. Por eso, actualmente, el personal está tan identificado con la empresa.

Era tal el éxito de sus pipas, de sus logotipos, de sus colores identificativos,… que la competencia trataba de imitarle.

En una ocasión, un fabricante de la zona llamado Segundo, copió colores, diseños de la marca y hasta fonéticamente resultaron parecidos los nombres o marcas Facundo y Segundo.

 El mensaje que emitió ese fabricante sonaba también muy parecido.

Se pensó en pleitear con el imitador, pero acudieron mejor a la imaginación y a la creatividad: Facundo realizó un renovado diseño en el que, aparte de la marca y los colores, resaltó en todas las bolsitas la siguiente frase: Si te dan imitaciones recházalas al Segundo, y come siempre lo mejor, que son las Pipas Facundo.

El efecto fue fulminante. Segundo tuvo que cambiar hasta el nombre de su marca.

Las ilusiones y los nuevos proyectos, tras 70 años, siguen creciendo. Ahora, empeñados en mejorar en el I+D+i y así diseñar nuevos productos con valor añadido, crear mejores procesos productivos, teniendo como filosofía la búsqueda permanente de la calidad y excelencia.

Hoy Facundo sigue siendo una empresa familiar, en la que los grandes valores en los que se apoyaron los fundadores, permanecen y se transmiten de generación en generación.