Acusados de lesiones tras caerle a un alumno una pieza de 4.700 kilos

ALBERTO ABASCAL
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La víctima, de 22 años de edad, sufrió la amputación de dos dedos del pie izquierdo y la sección tendinosa de otro

Imagen de archivo de la zona de la ciudad donde se encuentra enclavado el IES Trinidad Arroyo. - Foto: óscar navarro

El Ministerio Fiscal ha solicitado para dos monitores de una empresa de Palencia, uno de ellos jefe de taller, sendas penas de nueve meses de prisión como presuntos autores de un delito de lesiones imprudentes después de que un alumno del Instituto de Educación Secundaria Trinidad Arroyo sufriera, mientras realizaba sus prácticas, la amputación de dos dedos de un pie al caerle encima una pieza de 4.700 kilos de peso.

El fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales al que ha tenido acceso Diario Palentino y por el que interesa la apertura de juicio oral en el Juzgado de lo Penal, ha pedido además que ambos acusados de forma conjunta indemnicen a la víctima con 10.303,99 euros por las lesiones y secuelas recibidas.

Según el Ministerio Público, la Dirección Provincial de Educación de Palencia promueve convenios de colaboración para la formación entre los centros educativos y empresas en base a los cuales los alumnos realizan determinadas horas de prácticas formativas en dichas empresas sin ningún tipo de remuneración o subvención ni para el alumno ni para los centros empresariales.

LAS PRÁCTICAS. En este contexto, la víctima, alumno del segundo curso del Segundo Ciclo Formativo de Grado Medio del Módulo Mecanizado del IES Trinidad Arroyo de Palencia, empezó a realizar sus prácticas (380 horas) en el curso 2008-2009, concretamente entre el 26 de marzo y el 12 de junio de 2009, en una empresa de forja y estampación de metales. En este centro de trabajo uno de los acusados, J.A.C.L., era el jefe de taller y fue nombrado tutor del alumno, y por ende, encargado de la supervisión, formación y control de sus prácticas. De la misma manera, el segundo de los acusados, A.V.C., igualmente estaba encargado de indicarle cómo debía realizar los trabajos.

El fiscal recuerda que el  27 de mayo de 2009, sobre las 13,30 horas, el alumno se encontraba en el taller de la empresa en la que realizaba prácticas, «sin vigilancia ni supervisión efectiva dado que su tutor no se encontraba en ese momento en el centro de trabajo, mientras que el otro acusado, que también debía controlar al alumno, estaba en la empresa pero distanciado de él».

Para el fiscal, ambos acusados «eran conscientes» de que «no sólo incumplían supuestamente  las reglas y máximas de experiencia en materia de riesgos laborales, sino que le colocaban en una clara situación de riesgo efectivo por caídas de las piezas y posibles lesiones posteriores, previsibles y evitables».

Así las cosas, un trabajador de la empresa había emplazado una pieza-pisador de la matriz, de 4.700 kilos de peso, sobre la bancada de un taladro de columna para roscar distintos orificios.

LESIONES DE CONSIDERACIÓN. Según el Ministerio Público, tras concluir la operación, el alumno «decidió, al estar solo y sin consejo ni asesoramiento, desenganchar las cadenas que sujetaban la pieza, que finalmente cayó sobre el pie, que quedó atrapado contra el suelo».

Como consecuencia de este accidente laboral, el joven, Z.H.O., de 22 años de edad, sufrió lesiones de consideración como la amputación traumática del cuarto y quinto dedos del pie izquierdo y traumatismo en el tercer dedo del mismo pie  con sección tendinosa. El joven, que arrastra secuelas, empleó para la curación de sus heridas 86 días, de los cuales 8 estuvo hospitalizado.