• El mayor problema se encuentra en el tramo de cercanías que conecta Cistierna con León. Guardo, Santibáñez y Cervera, entre los municipios a los que afecta esta decisión.

Los viajeros que estos días optan por el ferrocarril de ancho métrico para sus desplazamientos desde y hasta la Montaña Palentina por motivos laborales, estudiantiles o de ocio se han visto obligados en algunas ocasiones a cambiar el trazado férreo por la carretera.

Y es que, en los últimos meses la falta de maquinistas ha llevado a Renfe a tomar esta decisión en algunos tramos de la línea León-Bilbao. En especial, en el servicio de cercanías entre la capital leonesa y la localidad de Cistierna, a tan solo treinta y cinco kilómetros de Guardo.

Sin embargo, esta situación también se ha extendido a otros puntos del trazado. Concretamente al que discurre entre la citada Estación y la de Mataporquera (Cantabria) afectando a los viajeros de las localidades norteñas de referencia por las que pasa la tradicionalmente conocida como La Robla: el municipio guardense (que cuenta con Estación y apeadero), Santibáñez de la Peña, Castrejón de la Peña y Cervera de Pisuerga, amén de otras tres paradas en territorio palentino.

Una decisión, la de sustituir el servicio por autocares, que se está tomando, según indicaron a DP desde Renfe, «de manera puntual». Asimismo, precisaron que solucionarán el problema «con la mayor brevedad posible», por lo que pidieron disculpas «por las molestias que hayamos podido causar a nuestros clientes».

La última vez que se dio esta situación fue este mismo jueves por la noche, fecha en la que el convoy partió de la Estación de La Concordia en Bilbao con destino a León, pero no completó el trayecto por las vías. Así lo relata Viky Garrido, una de las usuarias, quién puntualizó ayer que el tren «salió con total normalidad. No fue hasta algunas paradas antes de Mataporquera cuando el revisor nos comunicó que teníamos que bajar en el pueblo y montarnos en el autobús con todo nuestro equipaje con el consiguiente trastorno que esto supone, sobre todo para las personas mayores».

PRIMERAS CRÍTICAS. La voz de alarma a nivel político la dio el alcalde cisterniense y senador socialista por León, Nicanor Sen, quién explicó a este rotativo que en aquellos pueblos en los que hay jefe de Estación «éste es el encargado de avisar a los usuarios que se encuentran esperando en el andén. El problema es mayor en las localidades que carecen de personal, en las que el revisor del tren, que viaja en el autocar, tiene que acercarse hasta el apeadero para comprobar si hay o no gente. Cuando la parada está cerca de la carretera, es algo rápido, pero en los pueblos en los que está alejada se pierde mucho tiempo».

Por ello, desde la Montaña Oriental Leonesa buscarán el apoyo de los municipios de la comarca de Guardo para llevar a cabo alguna acción a nivel local, aunque aún no concretaron en qué términos se ejecutarán. «Podríamos estar  hablando de mociones o alguna fórmula legal para que esta situación se solucione cuanto antes», indicó Sen.

Por el contrario, sus homólogos de la zona palentina aseguraron que desconocían esta medida adoptada por Renfe. «No nos han llegado quejas de momento hasta el Ayuntamiento ni ningún vecino nos ha comentado nada sobre este asunto», indicaron los regidores de Guardo y Santibáñez.

TRAYECTOS. Desde Guardo se puede viajar hasta la capital vasca de lunes a domingo a las 16,36 horas en un viaje de aproximadamente cinco horas de duración.

Hasta León funciona un servicio regional y dos de cercanías con salida de la localidad minera a las 7,07, 12,32 y 19,21 horas y llegada a la ciudad del Bernesga a las 9,45, 15,11 y 22 horas respectivamente. Los viernes, sábados y domingos se suprime el primero de los viajes.