Los vinos palentinos engordan su palmarés pero siguen sin ser profetas en su tierra

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La progresión y la calidad de los caldos de las bodegas palentinas está fuera de toda duda, algo que todavía no ha asimilado el consumidor local, que se decanta por referencias de otras regiones

Los vinos palentinos engordan su palmarés pero siguen sin ser profetas en su tierra - Foto: EVA GARRIDO

Los vinos palentinos han logrado en el último lustro asentarse en el panorama vitivinícola nacional. Sin grandes alardes, los caldos que se elaboran en la provincia van consiguiendo el reconocimiento de los expertos del sector.

No es sencillo destacar entre centenares de referencias adscritas a 85 zonas de producción calificadas. Es muy complicado.

España es uno de los grandes productores mundiales de vino: primero en el ranking por superficie plantada, tercero por producción (por detrás de Francia e Italia) y segundo exportador mundial en términos de volumen.

El vino es importante en términos económicos. En Palencia se ha tomado nota de esto. La elaboración se ha mejorado y los premios son la mejor prueba de que los caldos palentinos avanzan, lentos, pero sin pausa.

Su asignatura pendiente, sin embargo, es el mercado local. Nadie es profeta en su tierra y el vino, desafortunadamente, da fe de ello. Las referencias palentinas no llaman precisamente la atención en los mostradores. ¿Falta de calidad? No. ¿Problemas de distribución? Tampoco. ¿Desconocimiento? Quizá. La realidad es que la producción palentina viaja más allá de los límites provinciales.

Iniciativas para invertir la tendencia no faltan. La última, las Ferias Agroalimentarias Locales del Club de Calidad Alimentos de Palencia, es la que los vinos palentinos protagonizan.

observatorio. Los datos del panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentacion y Medio Ambiente (Magrama) para el canal de alimentacion, analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), muestran un descenso en el consumo de vino en los hogares españoles en el tramo interanual marzo 2012-marzo 2013, traducido en 98 millones de litros.

Esta dinámica no desanima a los productores palentinos que en el último lustro se han alzado con un buen número de galardones que ratifican que el camino seguido es el correcto. El último, Vitivinícola Ladrero con su Crianza Selección, un tinto 18 meses en barrica de roble francés que se ha traído para tierras palentinas un Zarcillo de Plata.

El palmarés palentino arrancó en 2008 con premios para Las Luceras de Dueñas, Oro en Muvina, Bachus y Pámpano de Plata. Se completó con un Cinve de Plata para Zarzavilla (Frómista). 2009 fue el gran año del vino palentino. Cinve, que se celebró en Sevilla, dejó una cosecha espectacular. Oro para Las Luceras (Dueñas), Zarzavilla (Frómista) y Valdeseneros (Torquemada) y plata para El Monjío (Torquemada) y Valdesneros (Torquemada). Los Pámpano dejaron otro premio, para Las Luceras (tinto roble) que con un crianza se alzó con la Medalla de Oro en Tempranillos del Mundo en Estocolmo (Suecia), Medalla de Plata en Muvina (Eslovaquia) y Bronce en los Premios Mezquita.

El 2010 fue de transición. Ese fue el gran año de Pagos de Negredo con dos medallas, oro y plata, en el Concurso Mundial del Vino de Chicago, con Pagos de Negredo 2007 y Pagos de Negredo 2005.

El palmarés engordó más en 2011. Cinve se convirtió nuevamente en una mina para los vinos palentinos. Pagos de Negredo y Ladrero se alzaron sendas Medallas de Oro, mientras que Esteban Araujo, Aragón Benito y Zarzavilla se colgaron platas.

El último ejercicio, el de 2012, no fue excesivamente prolífico. La edición de Cinve celebrada en Valladolid reportó dos Medallas de Plata, una para Señorío de Valdeseneros y otra para Basilio Varas (Herrera de Valdecañas).