Una agónica victoria para comenzar el 'play-off'

David del Olmo
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Una agónica victoria para comenzar el ‘play-off’

El Quesos Cerrato Palencia sumaba en la noche de ayer su primera victoria de la serie de cuartos de final de la fase de ascenso a la ACB ante un Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón que no fue ni mucho menos la cenicienta que algunos podían esperar por su juventud extrema y su clasificación para el play-off en el último momento.

El equipo vinculado del Unicaja mostró su calidad, entusiasmo y fe en ganar un partido en el que casi nadie hubiera apostado por ellos. Por si fuera poco, Sabonis dispuso de un tiro para ganar en el último segundo. No entró, pero metió el miedo en el cuerpo a la afición palentina.

Un 0-8 de salida, con un equipo palentino impreciso en el pase y fallón en el lanzamiento, dejaba bien claro que el joven equipo malagueño había llegado a Palencia a buscar una victoria. Por si fuera poco, sus atléticos jugadores conseguían imponerse en la pelea por el rebote sobre todo al comienzo ante un equipo local donde Roger Fornas ni siquiera se sentaba en el banquillo y Urko Otegui, con dos faltas en cuatro minutos, se sentaba hasta después del descanso. Con esa escasa rotación interior, Albert Moncasi y Guillermo Rejón contaban con el apoyo en la pintura de Feliu.

Muy pronto el Quesos Cerrato había equilibrado el marcador, apoyándose en una mejoría defensiva y en la anotación de Carles Bravo fundamentalmente. El capitán sumaba dos canastas seguidas y el Palencia empataba (10-10) con dos puntos de Rejón. Y, acabando el primer periodo, en unos buenos minutos palentinos, el primer triple de los morados (obra de Bravo) y la canasta final de Moncasi sellaban el definitivo 17-15.

Los palentinos, que dejaron a su rival atascado en los 15 puntos, marcaban un parcial de 12-0 para colocarse 22-15 gracias al segundo triple de Bravo y a otra canasta del activo Moncasi. Pero el equipo de Natxo Lezkano no iba a romper tan fácilmente el partido. Porque Conde asumía protagonismo en el Clínicas Rincón y, con cinco puntos seguidos, mantenía a los suyos en el choque (24-20). Los malagueños se agarraron al partido y fueron capaces de llegar al descanso por delante en el electrónico (26-28).

De la mano de Urko Otegui, que en poco más de cuatro minutos de la reanudación ya sumaba ocho puntos, y del acierto de Bravo, el Quesos Cerrato Palencia marcaba sus mayores diferencias hasta el momento. Con el donostiarra en la cancha, luchando bajo los aros y apretando en las líneas de pase, su equipo mejoraba y, por si fuera poco, su compañero anotaba dos triples seguidos que situaban un claro 41-33.

Pero quedaban todavía seis minutos del tercer periodo y los andaluces comprimieron el marcador y se entraba en el último minuto, donde Lezkano pidió un tiempo muerto, con 46-42. Un tiro libre de Rubén Gutiérrez ponía el 46-43 con el que se cerraba el cuarto.

En el cuarto acto estaba todo por decidir. Y más cuando Conde anotaba para colocar un más que ajustado 46-45 nada más empezar. Sin embargo, después de un intercambio de canastas interiores, una jugada de carácter de Rejón, que machacaba el aro malagueño por encima de su defensor y dos canastas de Quique Garrido (un triple desde la esquina y una bajo el aro), parecían cambiar el signo del duelo. Francis Tomé pedía tiempo muerto con 55-47 a 6:26 del final. Al regreso, varias acciones positivas del pívot Kenan Karahodzic metían de lleno al Clínicas en el choque (59-55). Con 3:18 en el reloj Rejón cometía una falta antideportiva sobre Sabonis y el Clínicas se acercaba más (59-56). Respondía Garrido, pero un triple (fallaba el adicional por la falta de Forcada) de Conde mantenía un más que apretado 61-59.

La tensión fue máxima en el final, con los malagueños jugando sin complejos ante un Palencia agarrotado que veía demasiado cerca la posibilidad de perder un partido que parecía en su mano. Tras varias pérdidas moradas, el equipo visitante fallaba (la presión también hacía mella el el joven Clínicas Rincón) dos tiros libres y un triple que no tocaba ni el aro. Pero, en el último instante, con 62-61, el Clínicas lanzó para  ganar. El destino fue cruel con los niños, como les llama su técnico, que prometió devolver la serie empatada a Palencia.