Colorido y belleza para celebrar el Corpus en Carrión

ICAL y L.B. / Palencia
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Miles de personas acuden a la ciudad jacobea para contemplar los más de 1.800 metros de alfombra de flores

Una lluvia de pétalos acompaña a los niños durante la procesión. - Foto: FOTO ELI

La fiesta por excelencia de Carrión de los Condes, la celebración del Corpus Christi, volvió a congregar en la ciudad jacobea a miles de personas que acudieron para contemplar la alfombra floral que los vecinos de la localidad y decenas de voluntarios llevaban preparando con meses de antelación.

El suelo de las calles más céntricas de Carrión amaneció ayer cubierto por un gran mosaico de más de 1,8 kilómetros de longitud elaborado con pétalos de flores y serrín coloreado, que crean diversas formas que llenan de colorido y belleza el casco histórico y, que en 2007 le dieron la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional. En esta ocasión, hubo que buscar una alternativa a los pétalos de rosas que han sido difíciles de encontrar por la climatología adversa de los últimos meses. «Al final hubo otro tipo de flores y también se utilizaron serrín y cáscaras de huevo en algunos dibujos que sirvieron de llamativo adorno al brillar», explicó ayer el alcalde de Carrión de los Condes, Javier Villafruela. También el viento se lo puso un poco más difícil.  «Sobre las once de la mañana se levantó viento y estropeó alguno de los motivos florales en los tramos de calle de menos remanso», apuntó Villafruela.

Con mucho cuidado para no estropear los dibujos y mantenerlos intactos hasta el paso de la procesión, las autoridades recorrieron, al igual que el resto de visitantes y vecinos, el camino que marcaba la alfombra floral hasta la iglesia de San Andrés, donde se celebró la eucaristía.

seis siglos de tradición. A continuación dio comienzo la procesión, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV. Durante el recorrido, los carrioneses habían decorado con banderas, colgaduras y colchas los balcones de sus viviendas para dar más realce si cabe a la belleza de este desfile, cuyas primeras referencias aparecen el siglo XVII, cuando se pedía a los carrioneses que cubrieran las calles, por aquel entonces de barro, con paja y flores y engalanaran sus balcones.

Los primeros en poner sus pies sobre la alfombra de flores fueron los miembros de las distintas cofradías, acompañados de la música interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de la Vera Cruz y seguida de las mujeres vestidas con mantilla.

Los siguientes eran los niños  que este año han recibido la Primera Comunión. Ellos fueron los encargados de abrir paso a la custodia de asiento de plata, obra del platero vallisoletano Jerónimo San Miguel del siglo XVI, en el Carro triunfante, y que fue un regalo de un vecino acaudalado, Antonio del Oro Campoo, regidor perpetuo de Carrión por su generosidad. Los maceros también formaron parte de este desfile procesional tras haberse recuperado hace algunos años esa figura. Los encargados de cerrar la procesión fueron la Banda de Música Santa María del Camino y la Coral Carrionesa, que también cantaron durante la eucaristía.

cada año más gente. «Ha sido uno de los años de mayor afluencia de público, y algunas autoridades que acudían por primera vez, como el delegado de la Junta, Luis Domingo González, y el subdelegado del Gobierno, Luis Miguel Cárcel, se han quedado admirados del ambiente de la tradición festiva», explicó el alcalde, Javier Villafruela.

Esta festividad cada año tiene mayor número de visitantes llegados desde otros provincias que no quieren perderse el espectáculo visual que supone la alfombra floral. «El pueblo y la hostelería lo notan y hay que seguir apostando por el turismo con la implicación vecinal», indicó.