En la provincia de Palencia se produjeron en 2018 algo más de 170 accidentes de tráfico con víctimas (fallecidos, graves y leves) y un sinfín de pequeños toques, salidas de vía y golpes con animales que acabaron sin personas lesionadas, algunos de los que ni siquiera se tiene constancia, por no necesitarse la intervención de la Guardia Civil o las aseguradoras. Y en esa lotería que en muchas ocasiones se convierte ponerse al volante, donde hay más posibilidades de verse implicado en un siniestro de tráfico en la provincia, según el estudio Eurorap, que elabora anualmente el Real Automóvil Club de España, es en la N-627; la nacional que une Aguilar de Campoo con Burgos, y más concretamente en el tramo que comparten las provincias de Palencia y Burgos. Es decir, desde Aguilar de Campoo a Llanillo de Valdelucio: 9 kilómetros del lado palentino y siete del burgalés, que son considerados los kilómetros donde los conductores tienen más riesgo de sufrir un accidente en la provincia de Palencia. En el conjunto de la comunidad, este tramo se coloca como el quinto con mayor índice de peligrosidad de Castilla y León.
¿Qué es lo que hace de esta carretera, con apenas 3.000 vehículos diarios, la más peligrosa de Palencia y la quinta de la comunidad? El Race, dentro del programa Eurorap, analiza cada uno de los tramos de la red estatal teniendo en cuenta la evaluación de los siniestros durante los tres últimos años, su gravedad y su relación con las características de la vía. El resultado se estructura según un Índice de Riesgo, definido como el número de accidentes mortales y graves ocurridos en un tramo por cada 1.000 millones de vehículos/kilómetro. Un índice que en el caso del tramo Aguilar-Llanillo ha quedado fijado en el informe publicado hace unos días en 73,1, cuando hace un año apenas llegaba a 60 y hace dos informes era de tan solo 16,1. 
El incremento del índice se debe, por tanto, al aumento de la propia accidentalidad. De hecho, como señala el informe, en los tres últimos años, una persona perdió la vida y otras siete resultaron heridas graves en los casi 17 km de longitud.  Ese accidente mortal, ocurrió en 2016, en el sector burgalés, y en él perdió la vida el director del museo de Altamira. Aunque ocurrió en Burgos, fue tan cerca de Aguilar que tuvieron que intervenir los bomberos de esa localidad.

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