El final de la Calle Mayor recupera sus dos 'cantones' gracias al 'Dual'

Carlos H. Sanz
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Los alumnos del programa de formación 'Escuela de la Catedral' han confeccionado e instalado los dos monolitos y durante las próximas semana restaurarán los otros ocho existentes

El final de la Calle Mayor recupera sus dos ‘cantones’ gracias al ‘Dual’ - Foto: Álvaro Bajón

El final de la Calle Mayor recuperó ayer sus dos cantones gracias al trabajo de los alumnos del Programa Dual de formación Escuela de la Catedral, que han reconstruido y restaurado los monolitos con el escudo de la ciudad a petición del Ayuntamiento de Palencia.
«Debemos dar la enhorabuena a los alumnos de la Escuela Taller y a los responsables del Plan de Formación Dual porque han hecho una labor exquisita en la recuperación de un emblema tan palentino como son los cantones de nuestra Calle Mayor», aseveró ayer el alcalde, Alfonso Polanco, que quiso asistir a su colocación.
El regidor capitalino anunció que, además de colocar estos dos cantones, los alumnos de la Escuela de la Catedral restaurarán, limpiarán y mejorarán los otros ocho, ya que algunos se encuentran deteriorados. «Así, los visitantes podrán conocer nuestro escudo e historia y los palentinos, sentirse orgullosos de lo que ssignifican para la ciudad», comentó.
Alfonso Polanco recordó que más allá del impacto en el ornato urbano de esta medida, los jóvenes participantes pueden «ampliar sus posibilidades laborales adquiriendo competencias en este campo». Al respecto puso como ejemplo la reproducción de elementos arquitectónicos (restauración, rehabilitación y conservación de edificios) y urbanos (bolardos, bancos, etc.) o la comercialización de piezas decorativas.
Para la realización y restauración de estos dos cantones se han utilizado sistemas de moldes y piedra artificial, según explicó ayer el responsable de la Escuela de la Catedral, Santiago Hernández.
«Estos trabajos forman parte de un módulo formativo de cantería, en el que desarrollamos la reproducción de elementos. Cuando se nos propuso esta idea nos pareció muy interesante a efectos formativos y porque, además, podía embellecer la ciudad y mejorar el entorno», declaró.
el destrozo. Cabe recordar que fue un camión el que destruyó uno de los dos cantones que se colocaron ayer. Al parecer, mientras se estaba rehabilitando una de las viviendas del final de la Calle Mayor, el conductor realizó una maniobra incorrecta y lo tiró abajo. Incomprensiblemente, nadie en el Ayuntamiento capitalino reclamó con el suficiente ahinco a la empresa responsable del vehículo para que su seguro se hiciese cargo del destrozo. 
 
Breve historia
Según la Real Academia de la Lengua, un cantón es una esquina de un edificio. La palabra ya se utilizaba en la época romana para definir a la piedra que se colocaba para indicar un cruce en un lado de las cuatro vías que confluyen y que, a diferencia de los miliarios, no llevaba señalización. Por eso, referirnos a los 10 monolitos de la Calle Mayor con ese nombre no es correcto. 
A muchos palentinos les parecerá que los cantones llevan toda la vida en la Calle Mayor, pero lo cierto es que su instalación se remonta a no hace demasiado tiempo. La idea de su colocación se la dio el arquitecto y urbanista palentino Luis Gutiérrez Gallego al alcalde Juan Ramírez Puertas, pero realmente fue Francisco Jambrina el que, a principios de la década de 1980, ordenó su colocación con motivo del inicio de la peatonalización de la Calle Mayor.
Los cantones cumplían una doble función: por un lado estética y, por otra, delimitaban los tramos de la Calle Mayor por los que no podían circular los vehículos. Hoy son un mero adorno urbano.
Los más conocidos son los cuatro cantones, los ubicados en la intersección de la Calle Mayor con Don Sancho y La Cestilla. Al contrario de lo que mucha gente cree, este cruce no se llama Los Cuatro Cantones por estos monolitos, sino por las cuatro esquinas resultantes del cruce de estas calles. De hecho, esa utilización sí se remonta mucho tiempo atrás, ya que en textos del siglo XVI ya se utiliza esta denominación.
En la Wikipedia hay una entrada referente a Los Cuatro Cantones en la que se dice también que «el origen de su nombre le viene del hecho de dividir el centro de la ciudad en cuatro áreas o cantones», pero esto tampoco sería cierto, ya que parece que el nombre que se ha utilizado siempre para referirse a estas áreas ha sido el de sesmos.
Estos cuatro cantones son también conocidos como cantones bajos. Los altos son los dos ubicados en la confluencia de las calles Mayor, Valentín Calderón y Barrio y Mier, a la altura del Colegio de Villandrando.
Francisco Jambrina ordenó colocar también los otros dos cantones situados a en la confluencia de la Calle Mayor con Becerro de Bengoa.
Fue Marcelo de Manuel quien ordenó colocar los dos del final de la Calle Mayor, que durante algún tiempo estuvieron unidos por una cadena.