En la segunda faena sí que se ha podido ver más al Pablo que todos queremos

La verdad es que sí. Ha sido una faena importante ante un toro que desde el principio tuvo muy definida su querencia a tablas, si bien tenía una gran movilidad. De esta manera le he ido desengañando para sacarlo a los medios y al final ha dado bastante juego, precisamente lo que le faltó al primero.

Disparate y Viriato, magníficos en el cuarto de la tarde

Hay que destacar la actuación que han tenido en Palencia ambos caballos. Disparate estuvo enorme, enganchando y consintiendo todo, con reuniones antológicas siempre con el toro muy debajo. Y Viriato, pues otro tanto de lo mismo, pero éste con esa cercanía y llevar al astado cosido al pecho y a la tripa sin dejarse enganchar nunca, dando esa ligazón que está aportando al rejoneo tandas más propias de toreo a pie.

Hablando de toreo de a pie, su segundo rejón de muerte fue mejor que muchos espadazos de matadores de toros

Una pena que fuera en el segundo intento, pues el primero estaba en todo lo alto también pero pillé hueso. Es cierto que ese segundo rejonazo ha sido muy bueno y eficaz.

El primer toro tuvo peor condición

Tenía calidad pero eran de recorrido muy corto y así es difícil transmitir emoción. He tratado de pisar sus terrenos, de darle su tiempo y su distancia, pero faltaba ese punto que aporta el recorrido de la embestida.

Esta tarde no pudo abrir la puerta grande de Campos Góticos como el año pasado. ¿Contrariado?

He de reconocer que esa oreja me sabe a poco y más si tenemos en cuenta el triunfo logrado aquí en 2014. Aún así, la sensaciones vividas del toreo me las llevo, lo que hace que me vaya contento y satisfecho.