Corría el año 1996 cuando el Ayuntamiento de Marcelo de Manuel decidió repartir entre los palentinos un dulce navideño. El 28 de diciembre, para más señas. Aquella cita, tras más de dos décadas, se ha convertido en un evento imprescindible en el programa navideño y en los usos y costumbres de los palentinos, del mismo modo que acercarse el 25 de diciembre al belén de la plaza Mayor para ver si ya han puesto al niño Jesús. Tanto es así, que hubo hace tiempo concejales que afirmaban que «no ha nacido aún el alcalde que se atreva a quitar el roscón».
Por tanto, en este 2018 habrá roscón en la plaza Mayor a partir de las 18 horas. 7.500 raciones, concretamente. Una cifra que se mantiene desde hace unos años porque con ese número se considera suficiente para saciar el apetito navideño de palentinos y visitantes. Y este año, patrocinado por la empresa SEDA.
De la elaboración de esas 7.500 raciones se ha encargado la pastelería V. Polo de la capital, después de que la asociación de pasteleros, que era la que se repartía el ingente trabajo, se haya ido diluyendo como el azúcar en almíbar. Es el tercer año que acometen en solitario la dulce empresa.
«Al final solo quedamos nosotros, y no podemos decir que no a un encargo como este de Palencia. Es más, tenemos que dejar aparcados temporalmente a otros clientes para cumplir con la ciudad», explica honrada Marta Polo. De hecho, toda su plantilla está involucrada durante dos días en la elaboración de las 7.500 raciones. Desde que comenzaron ayer a las 7 horas hasta apenas unos minutos antes de ofrecerse a los palentinos. «Hay que darle su tiempo».
Para su elaboración, se estima que han utilizado 1.500 huevos, 330 kilogramos de harina, 55 de mantequilla, 80 de azúcar, 5,2 de sal, 20 de levadura, 70 litros de leche, así como raspaduras de naranja y el agua de azahar que le confiere ese aroma al dulce.
El reparto, como dicta la tradición no escrita, será gratuito, y sin relleno, por motivos higiénicos. Lo que sí habrá, como explicó Polo, serán regalos, introducidos una vez cocinados, «para no influir o dañarlos con el corte de las raciones que se entregan».
Del reparto, como es tradición, es encargarán los concejales de los diferentes grupos políticos del Ayuntamiento, encabezados por el alcalde, Alfonso Polanco, así como por algunos colaboradores.
Igualmente, cabe reseñar que aquellas personas que tienen intolerancia al gluten, es decir, personas celíacas, contarán con su propio roscón adaptado para que también puedan disfrutar de esta original tradición popular.