Burón, más de 80 años en la despensa

E.M.
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Se despide la tercera generación de una estirpe que, sin duda, ha dejado huella entre los palentinos

Burón, más de 80 años en la despensa - Foto: Eva Garrido

«Esto ha sido todo. Entre una avalancha de sentimientos encontrados, tenemos que anunciar que el día 31 de enero de 2019, con nuestra merecida jubilación, pondremos el punto y final a Ultramarinos Burón. El punto y final a la última generación de una estirpe de comerciantes que ha durado más de 81 años, desde que Virgilio Burón abriera la primera tienda en Venta de Baños allá por 1937. Solo podemos agradecer de todo corazón a todas las personas que alguna vez trabajaron en cualquiera de nuestros establecimientos, a todos los proveedores, y por supuesto a todos aquellos que alguna vez pasasteis a comprar».

Con estas palabras se despide la tercera generación de una estirpe que, sin duda, ha dejado huella entre los palentinos. El negocio termina, pero la labor y el trabajo llevado a cabo durante más de 80 años siempre quedarán. «Es increíble el cariño que estamos recibiendo estos días. Sabíamos que la gente nos apreciaba y que muchos clientes nos echarían de menos, pero estamos abrumados de tantas felicitaciones», asegura Javier Burón, el nieto de aquel tendero de Valoria la Buena (Valladolid) a quien el destino llevó hasta la vecina Santander.  Allí, Virgilio Burón trabajó durante años en Bacalaos Salat, «lo que le sirvió para conocer muy bien el producto y saber trabajarlo, lo que después puso en práctica en sus negocios», recuerda Javier Burón.

Esa profesionalidad le sirvió a su abuelo para que la firma cántabra le pusiera al cargo de la sucursal que tenía en Palencia, concretamente en un local ubicado por la zona de La Compañía.

Pero este «incansable trabajador» y «constante en todos sus propósitos» decidió que podía emprender su propio negocio y cumplir así uno de sus deseos. «Era un hombre muy cercano, al que le gustaba mucho la gente y cuando le surgió la oportunidad de coger un local parece que no se lo pensó dos veces y emprendió su propia aventura», recuerda su nieto.

 

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