A cada palentino y cada visitante de la ciudad el nombre de la misma le sugerirá una u otra cosa y al nombrarla le vendrán a la mente distintos recuerdos, sensaciones, pensamientos. Ese sentimiento es lo que han plasmado en este caso en una escultura los 21 participantes en la segunda edición del concurso Palencia con P que tanta expectación ha despertado tanto entre los artistas por un día como entre los paseantes de la Calle Mayor.

Raro es que un palentino no haya visto alguna de las Pes participantes ya que las redes sociales y las galerías fotográficas de los smartphones han contribuido a que estas esculturas hayan llegado a todos los rincones del planeta. De hecho, estas obras serán, casi con toda seguridad, una de las cosas más fotografiadas de los sanantolines.

El hecho de que decoren la principal arteria de la ciudad, la Calle Mayor, hasta el sábado 5, las ha convertido en foco de atención. Los paseantes se detienen ante aquellas que les parecen más originales o complicadas de llevar a la realidad. Se fotografían con ellas, opinan y, sobre todo, las respetan, procurando no tocarlas y dejarlas tal y como las encontraron para que todos los palentinos puedan disfrutarlas, fotografiarlas y comentarlas, a diferencia de lo que ocurrió el pasado año, cuando no sobrevivieron a la primera noche por la acción de un grupo de vándalos que demostró no saber respetar lo de los demás y que finalmente fueron identificados por la Policía. Para evitarlo, en esta segunda edición los operarios municipales recogen las esculturas cada noche y las devuelven a su ubicación por  las mañanas.

 Lo cierto es que todas estas Pes llevan un duro trabajo por parte de sus creadores. Primero hay que tener una idea, posteriormente plasmarla en un boceto que debieron presentar al Ayuntamiento para que este diera su visto bueno y, a continuación, hacerse con todos los materiales que iban a requerir para llevar a la práctica lo que tenían claro en la teoría.

 Dado que todas ellas cumplían los requisitos y la calidad requerida se acordó dar cabida a todas las propuestas, una más de las que se recogían en las bases y el pasado sábado, sus creadores se pusieron manos a la obra para concluir una idea que iniciaron hace tiempo, ya que la inscripción concluyó en el mes de julio.

Ahora habrá que esperar a que se conozca el nombre del ganador y de los otros dos diseñadores que se subirán al podio. Al ser concurso, hay premios en metálico, en concreto, 1.000 euros para el mejor, 500 para el segundo y 300 para el tercero. Será el Jurado, formado por un representante del Ayuntamiento, un diseñador gráfico y  un profesional vinculado a las artes, el que decida ese ranking que no se dará a conocer hasta pasadas las Fiestas.

Además, los ganadores recibirán otro premio moral dado que sus esculturas decorarán algunos espacios municipales.